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EDF lleva a un depósito secreto en Rusia una parte de sus residuos nucleares

EFE

El grupo nuclear Areva lleva una parte de los residuos de las centrales atómicas francesas de Electricité de France (EDF) a un depósito secreto en Rusia donde hay almacenadas 108 toneladas de uranio empobrecido, reveló hoy el diario "Libération".

EDF ha enviado desde los años 1990 el equivalente a cerca del 13 por ciento de sus materiales radiactivos a unas instalaciones de la ciudad siberiana de Seversk, cerca de Tomsk, a las que está prohibido el acceso, según un documental de los periodistas Eric Guéret y Laure Noualhat que se emite mañana, y cuyo contenido avanzó el periódico.

El gigante eléctrico francés paga a la compañía Areva para que trate el combustible usado de su medio centenar largo de reactores en Francia en la planta francesa de La Hague y pueda ser reutilizado, pero una parte del uranio no puede servir para un nuevo ciclo de producción de energía.

Areva envía ese uranio al almacén de Sebersk, a 8.000 kilómetros de distancia, teóricamente porque los rusos tienen equipamiento -del que Francia todavía no dispone- para su tratamiento y reconversión en nuevo combustible, pero en la práctica eso no se hace y el material radiactivo francés se queda allí almacenado, de acuerdo con los autores del documental.

En cuanto al transporte, se hace en barco desde el puerto francés de Le Havre hasta San Petersburgo, y desde allí en tren hasta el complejo atómico de Tomsk-7, donde sufre un tratamiento antes de quedar almacenado a cielo abierto.

EDF confirmó las informaciones de los periodistas y, sin querer entrar en detalles, insistió en que "según la práctica internacional para los contratos relativos al uranio", esos residuos ya no son de su propiedad, sino de la industria rusa encargada del tratamiento.

Areva, por su parte, señaló que si esos materiales van a Rusia es porque la empresa no dispone por ahora del necesario proceso de "ultracentrifugado", algo que tendrá en 2012.

Un portavoz de Areva añadió que su empresa no hace más que prestar servicios y que "EDF sigue siendo el verdadero propietario de esos materiales".

El Gobierno francés señaló, a través de un responsable en el Ministerio de Ecología, que "no hay ninguna voluntad de secreto" y que si no se había hecho público el circuito de los residuos es por "elección" de las empresas.

El diputado ecologista Noël Mamère denunció hoy que "EDF y Areva se comportan como delincuentes" al enviar los residuos a Rusia, con el riesgo que conlleva en el transporte y para la población que vive cerca de donde están almacenados.

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