La futura dirección del PP incorporará a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y podría dar cabida a la ministra de Sanidad, Ana Mato, aunque este último extremo está por cerrarse, han informado a Efe fuentes del partido.

Las negociaciones continuarán esta noche, pues el presidente del Gobierno y de la organización, Mariano Rajoy, y la secretaria general, María Dolores de Cospedal, todavía no han definido la estructura de dirección. En las conversaciones participará el líder del PP andaluz, Javier Arenas, y posiblemente algún barón regional.

Hoy ha comenzado el congreso nacional de Sevilla y en el ánimo de los casi 5.000 asistentes se podía palpar la relajación, pues a diferencia del congreso de hace cuatro años, en Valencia, donde a cada conflicto le sucedía otro quizá más sonoro, éste se está caracterizando por la concordia.

De hecho, todas las votaciones se han saldado con unanimidad, incluido el informe de gestión de Cospedal, algo no muy habitual en el PP, pues casi siempre se registra alguna abstención e incluso votos en contra.

El Partido Popular de ahora es una formación pendiente de la acción de Gobierno, como reconocen sus dirigentes, de forma que en Génova perviven muy pocas incógnitas sobre cuál será la dirección que asome de este congreso.

Bajo la batuta de Rajoy, líder incontestable en la actualidad, estará Cospedal nuevamente como secretaria general, y en un escalón más bajo, Javier Arenas y Esteban González Pons.

Queda descartada por tanto la inclusión de un coordinador general, figura que reclamaban a la presidenta de Castilla-La Mancha varias voces del partido tanto en Madrid como en las comunidades autónomas, pero que al final la propia Cospedal ha declinado por no encontrar para el puesto "el perfil adecuado", es decir, a alguien de su más estrecha confianza.

La gestión del PP la compartirá con un núcleo de vicesecretarios entre los que, además de Arenas y Pons, se encontrarán Sáenz de Santamaría y quizá Mato, según han indicado varias fuentes consultadas.

La entrada de la vicepresidenta en la dirección se considera "lógica" en varios sectores del partido, por cuanto se trata de la coordinadora política del Gobierno y no tendría sentido que tales funciones no tuvieran correspondencia en el organigrama del PP.

Pero otras fuentes estiman que su incorporación añadiría más responsabilidad a una dirigente que ya acumula demasiadas.

Suscita más dudas la irrupción de Mato por cuanto, según fuentes del PP, la idea de Cospedal pasaría por organizar el partido en paralelo con el Gobierno, y no a través de solapamientos de funciones.

No obstante, la actual ministra de Sanidad y Asuntos Sociales tiene mucho arraigo en el Partido Popular y una parte del aparato de gestión del día a día es deudora de la labor que desempeñó durante la legislatura pasada, una labor que elogian casi todos en la organización, empezando por el propio Rajoy.

Que la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, aparezca en el Comité de Dirección es otra opción que parece que va ganando consistencia, toda vez que a su sintonía con el presidente y con la secretaria general, añadiría la representación de la cuota autonómica. Algunas fuentes sostienen que ejercerá la portavocía del partido.

Va precisándose la tercera línea del organigrama. Previsiblemente serán coordinadores Juan Carlos Vera, Juan José Matarí, Carlos Floriano y Manuel Cobo, otra de las novedades más sonadas de la nueva cúpula del PP.