Público
Público

El derrame de crudo llegará inevitablemente a la costa de EEUU

Reuters

Funcionarios estadounidenses dijeron el sábado que es "inevitable" que el petróleo de una filtración no controlada en el Golfo de México llegue a la costa estadounidense, amenazando con una catástrofe ambiental y económica.

"Hay suficiente petróleo allí por lo que es lógico pensar que llegará a la costa, Es sólo una cuestión de dónde y cuándo", dijo el almirante de la Guardia Costera estadounidense, Thad Allen.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitará el domingo la región para aumentar los esfuerzos por controlar lo que podría convertirse en un desastre medioambiental y desviar las críticas de que su Gobierno pudo ser más rápido para enfrentarse al derrame.

La línea costera desde Luisiana a Florida está amenazada por el derrame, estimado en unos 208 a 112 kilómetros de tamaño.

En la ruta de la extensa mancha se encuentran grandes canales de navegación, áreas de pesca claves, refugios de flora y fauna nacional, además de populares playas. Hasta ahora, las líneas más importantes de navegación que llevan al Río Misisipi y los grandes puertos de la costa del Golfo no se han visto afectados, indicaron funcionarios.

El petróleo, que brota sin control de un profundo pozo submarino dañado a unos 68 kilómetros de la costa de Luisiana, es presionado al norte por vientos fuertes y cambiantes. Un "brillo" se aproxima a partes de la costa de Luisiana, dijo Allen.

En la primera señal de que el derrame afectó la producción de energía estadounidense costa afuera, el Servicio de Manejo de Minerales dijo el sábado que dos plataformas estadounidenses frente al Golfo de México debieron cerrar y que una tercera fue evacuada como medida de seguridad.

Se esperaban más cierres, agregó, pero la producción afectada hasta el momento era muy pequeña.

La filtración, que siguió a la explosión y hundimiento de una torre de perforación la semana pasada, obligó a Obama a suspender planes políticamente delicados para expandir las perforaciones de crudo mar adentro.

Los proyectos habían sido anunciados el mes pasado, en parte para atraer el apoyo republicano a una legislación sobre cambio climático.

El Gobierno de Estados Unidos está aumentando la presión sobre el gigante energético con base en Londres BP Plc, propietario del pozo averiado, para que haga mayores esfuerzos por tapar el flujo de crudo y contenga la creciente mancha.

Se estima que el costo de la operación y el posible daño que podría causar el derrame sería de miles de millones de dólares.

El director ejecutivo de BP Tony Hayward viajaba a Estados Unidos el sábado para supervisar la operación de limpieza de emergencia.

BP, la Guardia Costera, el Ejército estadounidense y voluntarios han intentado desesperadamente dispersar, bloquear y contener el derrame de crudo tanto en la superficie como en las profundidades del mar.

Los enormes esfuerzos de dispersión en la superficie han mostrado alguna efectividad, pero "el foco debe ser detenerlo en la fuente", dijo John Brennan, asesor de Obama.

El petróleo fluye a razón de 5.000 barriles diarios, según estimaciones del Gobierno, pero expertos dicen que la cantidad de crudo que escapa es difícil de medir y podría ser mayor.

"PREGUNTAS SIN RESPONDER"

Personal de BP y funcionarios del Gobierno estadounidense dijeron que los equipos trabajaron durante la noche con un robot submarino para verter miles de litros de agentes dispersantes en el petróleo filtrándose bajo la superficie.

Otras opciones para intentar tapar o sellar el pozo, e incluso simplemente reducir el flujo, llevarían semanas o meses.

En la superficie, varios cientos de botes y aviones luchan para contener la filtración y la Guardia Costera se esforzaba en colocar grandes barreras de contención en un intento por evitar que el crudo llegue a la costa.

Pero el pronóstico de AccuWeather.com dijo que el deterioro del clima y mares embravecidos obstaculizaban a los equipos de limpieza.

Un fotógrafo de Reuters que viajó a bordo de un avión que voló sobre la costa de Luisiana vio algunas barreras rotas por el viento y las olas, esparcidas por la costa.

Tanto Luisiana como Misisipi, Alabama y Florida declararon estado de emergencia, mientras pescadores y residentes de varios estados presentaban demandas en contra de las compañías que operan el pozo.

Obama, sin duda recordando las críticas públicas a la gestión del ex presidente George W. Bush del desastre provocado por el huracán Katrina el 2005, envió el viernes a altos funcionarios a revisar los esfuerzos para combatir el derrame.

En una editorial del sábado, el New York Times dijo que había preguntas sin responder sobre el derrame.

"La empresa, BP, parece haber sido lenta para pedir ayuda, y, el viernes, tanto funcionarios federales como estatales la acusaron de no ser lo suficientemente rápida ni agresiva", dijo. "Aún así, el Gobierno no debió esperar, y debió intervenir mucho más rápidamente por iniciativa propia", agregó.

Obama y funcionarios estadounidenses han destacado cada vez más que la responsabilidad primera es de BP. El secretario del Interior Ken Salazar se reunió con ejecutivos de BP y comentó que les ordenó "trabajar más duro y más rápido y de forma más inteligente para hacer el trabajo".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias