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Defensa alega que el cuadro de Franco "no exalta su figura"

El Ministerio se niega a retirar el retrato colgado en una residencia militar de Barcelona

P. CORTINA / Ó. L. F

Francisco Franco seguirá luciendo figura en la residencia militar Conde de Orgaz de Barcelona. El retrato del dictador, que se exhibe en la tercera planta de este hotel del Ejército, 'no exalta en ningún caso su figura', según Defensa, y, por lo tanto, 'no debe ser retirado'. Así lo explicaron ayer fuentes ministeriales que, sin embargo, no dieron pistas sobre qué debería contener la obra o cómo debería aparecer Franco para que sí se considerara exaltación de su persona.

El argumento que se esgrime desde Defensa para justificar que el cuadro no entre dentro de los supuestos de la Ley de Memoria Histórica que obliga a retirar toda simbología destinada a exaltar la dictadura es básicamente el de la no exaltación. 'El cuadro fue analizado y no se incluyó dentro del catálogo de objetos a retirar (...), no contraviene la ley', explicó un portavoz. En este sentido, el posible valor artístico de la obra, única excepción que contempla la ley para mantener ciertos símbolos, no fue invocado como posible justificación. Aunque, si así hubiera sido, es el Ministerio de Cultura quien debe decidir sobre este punto.

Más allá de la intención propagandística o no del cuadro, Defensa también argumentó que una residencia no es un establecimiento militar 'de primer orden' y, por lo tanto, 'la consideración del asunto es diferente de si se tratara de un cuartel o una capitanía'.

El PSOE, paradójicamente, apoyaba ayer con sus votos en el Congreso gran parte de los puntos de una moción de IU-ICV con la que la izquierda parlamentaria intenta reactivar la aplicación de la ley de memoria.

Uno de los puntos aprobados ayer es el que insta al Gobierno a retirar 'las subvenciones o ayudas públicas a las instituciones o propietarios privados que no retiren la simbología franquista'. Entre los 190 diputados que emitieron su voto favorable estaba, precisamente, Carme Chacón, ministra de Defensa. El diputado de ICV, Joan Herrera, registró, además, una serie de preguntas al presidente del Gobierno sobre la cuestión del retrato franquista en la residencia militar barcelonesa.

Al margen del polémico cuadro, todavía quedan en Barcelona otros vestigios de la dictadura que se resisten a desaparecer. La Residencia de Estudiantes Muñoz Grandes es un ejemplo de esta realidad. Grandes fue comandante en jefe de la División Azul y amigo personal de Adolf Hitler, con el que combatió en la Segunda Guerra Mundial, un conflicto en el que intentó que participara España.

El escudo preconstitucional que luce en la fachada del Cuartel del Bruc, el águila franquista que preside la Inspección General del Ejército o la obsoleta inscripción Govern Militar en el Portal de la Pau son otros ejemplos de este anacronismo histórico en edificios públicos.

 

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