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Una decena de cajas sigue buscando pareja en el baile

Lo previsible es que después de junio queden menos de 20 entidades de ahorros

V. ZAFRA / A. TUDELA

Quedan pocos días para que concluya la gran reestructuración del sector de cajas y todo el mundo está en conversaciones con todo el mundo para ver con quién se empareja. Solo una decena de cajas sigue estudiando las parejas de baile que le quedan. Algunas de ellas saben bien que no pueden salir solas de esta fiesta. El Banco de España se ha encargado de dejárselo claro porque no está dispuesto a que cajas débiles o demasiado pequeñas sigan minando la imagen del sector financiero español. Ni siquiera las de mayor tamaño, como La Caixa y Caja Madrid, van a llegar solas al verano, aunque en su caso tengan más papel de rescatadores que de rescatados.

El supervisor no tenía con ellas ningún problema porque su tamaño (con la solvencia suficiente) justificaba su independencia. Sin embargo, su apoyo parecía inexcusable teniendo en cuenta que seguía sin novio un nutrido grupo de cajas pequeñas cada vez más obligadas a dar un paso al frente e integrarse en algún proceso de fusión que elevase su solvencia, minimizase sus riesgos y les permitiese acudir a los mercados internacionales a captar fondos con más facilidad. Por un lado, Caixa Girona, que negocia unirse a La Caixa, y por otro la Insular de Canarias, Caja Rioja, Laietana, Caja Segovia y Caja Ávila, que quieren formar una fusión fría con Caja Madrid, han salvado los papeles.

Cinco cajas pequeñas necesitan buscar rápidamente una alianza

Su marcha del grupo rezagado ha dejado aún más en evidencia las que siguen sin mover ficha: Badajoz, Ontinyent, Pollença, la CAI y Caja Círculo.

Con las operaciones planteadas hasta ahora (incluidas estas dos últimas operaciones y la fusión de Caixa Penedés, Caja Murcia, Sa Nostra y Granada, que no está acordada pero va por muy buen camino), el sector pasaría de estar compuesto por 45 cajas a quedar en 21.

Las cajas más pequeñas, como le ocurrió a la CAM con Caja Madrid, son reacias a que las absorba un grupo grande porque temen quedarse sin ningún poder de decisión. Pero los últimos movimientos dejan a las rezagadas cada vez con menos opciones. Queda Bancaja otra gran entidad, hasta ahora tercera del sector por volumen de activos, que sigue de momento sola en esta oleada de alianzas.

Bancaja o las entidades vascas podrían salir en su auxilio

Además, quedan las tres cajas vascas (BBK. Kutxa y Vital) que tienen previsto fusionarse más adelante, cuando los impedimentos políticos lo permitan, pero que podrían aprovechar ahora alguna oportunidad para realizar una fusión fría. La postura más curiosa es posiblemente la de Ibercaja, la caja que siempre ha aparecido en todas las quinielas porque su solvencia y su tamaño le hacía fácilmente encajable con cualquier entidad y en cualquier operación. Sin embargo, ha primado mucho mantener su solvencia y se ha quitado de en medio en varias ocasiones.

Finalmente, el Banco de España espera adjudicar Cajasur, actualmente intervenida, tras negarse a su unión con Unicaja, a otra entidad (banco o caja) antes de que acabe julio.

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