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El Consejo de Seguridad amplía por un año el mandato de la FINUL en Líbano

EFE

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad la ampliación por un año del mandato de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), desplegada tras la guerra entre Israel y la milicia del grupo chií Hizbulá.

Los quince miembros del máximo órgano de Naciones Unidas acordaron hoy que como la situación en Líbano sigue suponiendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales, es necesario prolongar el mandato de la FINUL hasta el 31 de agosto de 2009.

Esa fuerza está desplegada en Líbano desde 1978 para supervisar el conflicto entre este país e Israel, y su último mandato fue establecido por la ONU tras la guerra de 2006, con el objetivo de pacificar la frontera entre ambos países.

A través de una resolución, el Consejo de Seguridad elogió hoy la función de la FINUL, cuyo "despliegue junto a las fuerzas armadas libanesas ha ayudado a establecer un nuevo entorno estratégico en el sur de Líbano", y apreció la "expansión coordinada de las actividades entre ellos".

Además, pidió a las partes que respeten íntegramente el cese de las hostilidades establecido en la frontera entre ambos países, así como la seguridad del personal de la FINUL y de otros órganos de Naciones Unidas.

Ello incluye "evitar cualquier acción que ponga en peligro a ese personal y asegurar que la misión cuenta con plena libertad de movimiento en su área de operaciones", apunta la resolución.

Los miembros del Consejo de Seguridad también pidieron "plena colaboración para la consecución de un alto el fuego permanente y una solución a largo plazo", tal y como establecía la resolución 1.701 aprobada en 2006.

Al mismo tiempo, se insta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a que continúe informando sobre la aplicación de aquel texto cada cuatro meses o en cualquier momento que los considere oportuno.

La extensión del mandato de la FINUL fue solicitada por el primer ministro libanés, Fuad Siniora, el pasado 18 de agosto al secretario general, que luego recomendó al Consejo de Seguridad que así se hiciera.

En declaraciones posteriores a la adopción del texto, el embajador adjunto de Israel ante la ONU, Daniel Carmon, valoró la difícil tarea de las tropas de la FINUL y reconoció que su labor en los últimos años se ha complicado y afronta nuevos retos.

Por su parte, el representante permanente de Líbano ante la ONU, Nawaf Salam, destacó que pronto se cumplirán dos años de adopción de la resolución que estableció el actual mandato bajo el que opera la fuerza de 13.000 efectivos y aseguró que la decisión del Consejo de hoy era muy importante.

Sin embargo, durante la reunión ambos diplomáticos se acusaron mutuamente de entorpecer el trabajo de esas tropas y de violar la resolución de la ONU por la que se estableció el alto el fuego en el sur del Líbano.

Carmon aseguró que se está produciendo una reorganización "masiva" de Hizbulá y que existe una "continua transferencia de armas" de Irán y Siria a esa milicia chií libanesa.

Sin embargo, hace dos semanas el jefe de la FINUL, el general Claudio Graziano, aseguró en Naciones Unidas que el contingente de cascos azules a su cargo no había detectado ese contrabando de armas que según Israel ha permitido el rearme de Hizbulá.

En ese mismo sentido se pronuncio el embajador libanés, quien también acusó a Israel de violar el espacio aéreo de su país constantemente, negarse a entregar mapas como las bombas de racimo que quedaron en su territorio tras la guerra y no querer retirarse de las zonas ocupadas. EFE

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