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Comienza la conferencia que debate la estrategia contra las drogas

EFE

Personalidades de todo el mundo, entre ellas el presidente de Bolivia, Evo Morales, y la reina Silvia de Suecia, se citan hoy y mañana en una reunión de la que saldrá la estrategia internacional contra las drogas para la próxima década.

Los representantes de todos los países de la ONU tienen previsto adoptar una Declaración Política y un Plan de Acción con los objetivos en la lucha contra las drogas, después de abrir en 2008 un año de reflexión.

En el texto del documento proyectado se indica que "el objetivo final" de la estrategia para 2019 es "minimizar y eventualmente eliminar la disponibilidad y el uso de drogas ilícitas".

Por su parte, Evo Morales intervendrá hoy ante la Comisión de Estupefacientes para anunciar que activará un proceso especial para sacar la hoja de coca de la lista de estupefacientes prohibidos de la Convención antinarcóticos de 1961.

Durante el último año se han valorado los resultados de la pasada década de lucha contra los narcóticos, después de que en 1998 los miembros de la ONU acordaran el objetivo de "un mundo libre de drogas", con "la eliminación o una reducción significativa del cultivo ilícito de coca, cannabis y opio en 2008", algo que no se ha logrado.

La producción de cocaína se ha mantenido prácticamente igual en la última década, alrededor de las 900 toneladas anuales, a pesar de haberse reducido la superficie cultivada, debido a las mejoras agrícolas que permiten multiplicar las cosechas.

En el caso del opio se ha doblado la producción con respecto a 1998, según la propia ONU, debido a que las plantaciones de amapola en Afganistán se han disparado -la producción el año pasado fue de 7.700 toneladas- y, al mismo tiempo, han experimentando un alza considerable las drogas de síntesis.

Sin embargo, Naciones Unidas defiende que la estrategia adoptada hace once años ha permitido contener el problema de la droga, al asegurar que el número de personas en el mundo que consumen narcóticos ilícitos al menos una vez al año alcanza los 208 millones, el 4,9 por ciento de la población del planeta entre 15 y 64 años.

Sin embargo, la ONU ha reconocido que el problema del crimen organizado asociado a las drogas, que mueve un mercado de 320.000 millones de dólares, ha empeorado en los últimos años.

"Debemos tener la valentía de observar las consecuencias, dramáticas e imprevistas, del control sobre la droga: que ha surgido un mercado criminal de proporciones asombrosas", ha reconocido el director general de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD), Antonio María Costa.

Las delegaciones han consensuado una Declaración Política -no vinculante- que subraya la necesidad de respetar los derechos humanos en la lucha contra los narcóticos, pero que evita nombrar las políticas de "reducción de daños", algo criticado por las ONG.

Estas políticas apoyadas por todas las agencias de la ONU y por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se basa, entre otras cosas, en programas de recambio de jeringuillas, promoción de la higiene y supervisión médica preventiva para poner coto a numerosas enfermedades como el sida y la tuberculosis.

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