China expresó hoy su confianza en que la situación se estabilice en Birmania (Myanmar) pero dejó claro que no entrará en lo que considera asuntos internos, aunque la Junta Militar amenace con recurrir a la fuerza para acabar con las mayores protestas en favor de la democracia en casi 20 años.

"Como vecino cordial, esperamos ver estabilidad y desarrollo económico en Myamnar. Esperamos y creemos que el Gobierno y el pueblo manejarán adecuadamente lo que está pasando", dijo hoy la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Jiang Yu.

China es uno de los pocos amigos del régimen militar birmano, con quien mantiene amplias relaciones económicas, además de que una importante comunidad de chinos viven y hace negocios en Myanmar.

Jiang subrayó que "China siempre adopta la política de no interferir en los asuntos internos de otros países", al ser preguntada sobre la posibilidad de que Pekín actúe como intermediario en la crisis al igual que lo hiciera en el caso de Corea del Norte.

"La estabilidad de Myanmar va en el interés del país y de la comunidad internacional", dijo.

Tampoco quiso precisar la portavoz si China vetará, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, una eventual resolución para presionar al régimen birmano a fin de que emprenda negociaciones con los partidos políticos.

"Eso es una hipótesis y no hacemos comentarios sobre ese tipo de cuestiones", manifestó la portavoz.

El pasado enero, Rusia y China bloquearon una resolución del Consejo de Seguridad que instaba a la liberación de presos políticos en Birmania.

Las protestas birmanas se desencadenaron el pasado agosto debido al aumento de los precios de los combustibles decretado por las autoridades.

En septiembre se transformaron en marchas pacíficas de monjes budistas a raíz de que varios de ellos fuesen golpeados por la Policía en una manifestación.