El conseller de Economia de Catalunya, Antoni Castells, defendió ayer el 'coste razonable' que supondrá para la Generalitat la emisión de bonos a particulares prevista por el Tripartito. Su conselleria negocia aún la comisión que pagará a las entidades colocadoras, que se situará en torno al 3%, además del 4,75% de interés que pagará a quienes compren los bonos a un año. Según Cas-tells, el coste estará ligeramente por encima de los 175 puntos básicos (1,75 puntos) de la deuda española, diferencia que no consideró muy alta.

La operación, ideada para sortear las dificultades de la Generalitat para financiarse, ha generado gran polémica en Catalunya. Los partidos de la oposición han denunciado la precariedad de las finanzas autonómicas, que se verán agravadas por el pago de altas comisiones, que servirán para incentivar a bancos y cajas la venta de los bonos.

Ayer, el director del Centre de Recerca en Economia Internacional, Jordi Galí, señaló que las condiciones son 'excesivamente generosas' no sólo para las personas que compren la deuda, sino para las entidades que las coloquen, que se repartirán en torno a 30 millones de euros. 'No queremos que la Generalitat se cargue excesivamente de obligaciones por las comisiones que ofrece a las entidades financiera', señaló. 'Podría malinterpretarse como una transferencia indirecta a las entidades financieras'.

El doctor en Economía por Harvard José García Montalvo consideró que la iniciativa pondrá cierta presión en el sistema financiero. 'Está por ver si existe suficiente ahorro para nutrir arcas públicas y mantener depósitos bancarios', dijo.