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Carlos Monsiváis, la pluma irónica de México

Reuters

El fallecido escritor mexicano Carlos Monsiváis reía poco, pero en sus libros hacía gala de un humor ácido y de ironía que sacaba partido de la demagogia de los políticos y de las actitudes de la élite económica.

"Monsi", como se le llamaban los mexicanos, apuntó sobre todo contra los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que perdió la presidencia en 2000 tras haber controlado el país durante 71 años consecutivos, acusado a menudo de corrupción.

Fallecido el sábado a los 72 años, Monsiváis se reía también de su propia cultura y además de sí mismo como parte de ella.

"Es el cronista de todas nuestras desventuras y prodigios, más de las primeras. Es el documentador de la fecundísima fauna de nuestra imbecilidad nacional", dijo tiempo atrás Sergio Pitol, escritor mexicano ganador del Premio Cervantes.

Sobre el "dedazo", una práctica común entre los presidentes priístas mediante la cual elegían a su sucesor que acudía a cuestionadas elecciones, el escritor decía que se aceptaba con tranquilidad y que nadie sensato en las filas del partido debía o podía discrepar.

Identificado con la izquierda, apoyó la campaña del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador para las elecciones de julio del 2006, tras las cuales éste denunció que el actual mandatario, Felipe Calderón, ganó con fraude.

Pero después retiró su apoyo al político izquierdista por haber encabezado protestas que bloquearon avenidas céntricas de la Ciudad de México, que el escritor criticó por violar los derechos de los capitalinos.

Siempre rodeado de una decena de gatos deambulando entre pilas de libros en su casa, Monsiváis, que estudió Economía y Filosofía, tocó temas muy diversos, como textos biográficos de ídolos populares como el luchador "Santo", el actor cómico Mario Moreno "Cantinflas" y la pintora Frida Khalo.

AMANTE DE LOS GATOS

Su sentido del humor también llegó a sus felinos, que ostentaron nombres como "Miau Tse-tung", "Ansia de militancia", "Mis-oginia" o "Katzinger".

Monsiváis, que también fue periodista y ensayista, se adentró además en cuestiones espinosas como en el libro "Días de guardar" (1971) sobre una masacre de estudiantes a manos de fuerzas del Gobierno en la plaza de Tlatelolco en 1968, durante la llamada "guerra sucia".

En uno de sus textos más conocidos, "Escenas de pudor y liviandad" (1988), se mete en la atribulada vida de la congestionada Ciudad de México para mostrar historias de marginación y pobreza.

En 2006, abrió el Museo del Estanquillo, en calles del Centro Histórico de la capital, que reúne una colección personal del escritor como fotografías, pinturas, calendarios, libros y hasta juguetes.

Ese año recibió también el galardón de Lingüística y Literatura durante la entrega de los Premios Nacionales de Ciencias y Artes.

Entre otros premios recibió el Xavier Villaurrutia, el Premio Anagrama de Ensayo y el de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo.

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