Caja Inmaculada obtuvo durante 2007 un beneficio neto de 86 millones de euros, lo que supone un aumento del 10 por ciento respecto a 2006, informó hoy la entidad financiera.

El volumen de negocio de CAI también creció en este mismo periodo hasta los 20.266 millones de euros, lo que conlleva un incremento anual del 10 por ciento, con un alza del 12 por ciento en la inversión crediticia y del 10 por ciento en los recursos administrados.

El margen de intermediación -diferencia entre ingresos por créditos y costes por depósitos- mejoró el 20 por ciento; el ordinario -que incluye comisiones y operaciones financieras- el 18 por ciento, y el de explotación, o típico bancario, el 29 por ciento.

La entidad aragonesa califica estos resultados de "satisfactorios" pese a un contexto económico "poco favorable" debido, en gran parte, a la desaceleración del sector inmobiliario, que se ha traducido en una menor solicitud de financiación crediticia.

CAI asegura que sus ratios de gestión continúan mejorando, de este modo, la solvencia se sitúa en 14 por ciento -medio punto por encima del registrado en 2006-, mientras que la eficiencia mejoró seis puntos.

De hecho, la agencia internacional Fitch Ratings ha confirmado la calificación "A" de Caja Inmaculada a largo plazo por su nivel de solvencia y eficiencia, la "F1" para el corto plazo, y el "3" en apoyo institucional.

En lo que va de año, la caja de ahorros ha abierto trece oficinas nuevas, por lo que su red alcanza ya las 248, de las que 230 están en Aragón, y 20 en otras nueve provincias españolas.

Por otro lado, la entidad destaca que en 2007 empleó cerca de 24 millones de euros en Obra Social, un 10 por ciento más que en 2006, mientras en 2008 esta dotación se incrementará hasta los 31,8 millones.

CAI participa directamente en 97 sociedades de diferentes sectores de actividad, como CAI Vida y Pensiones, CAI Bolsa y Almenara -sociedad multigrupo participada por cinco cajas de ahorros- con una inversión de 310 millones de euros.