La ruptura definitiva de las negociaciones entre el grupo Imagina (accionista mayoritario de La Sexta) y Prisa (propietario de Cuatro) para fusionar sus negocios audiovisuales ha abierto de nuevo el abanico de posibles alianzas entre los distintos operadores de televisión. El fin de las conversaciones, provocado según fuentes de la negociación por la negativa de Prisa a que los derechos políticos de la nueva sociedad estuvieran repartidos al 50%, con el fin de que el control de la empresa fuera compartido, ha supuesto para ambas partes la extinción del compromiso de exclusividad para mantener negociaciones con otros operadores.

El nuevo escenario de la televisión marcado por la implantación de la televisión digital terrestre, con la consiguiente fragmentación de la audiencia y multiplicación de los canales, convierte en indispensables las alianzas entre operadores. 'Los procesos de fusión en el sector televisivo siguen siendo imprescindibles e inevitables', indicó ayer el grupo Imagina, que agregaba en un comunicado que ya estudia 'otras alternativas de cara a próximos acuerdos con otros operadores'.

Por su parte, el grupo Prisa reconoció ayer, en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que 'continuará explorando nuevas oportunidades de negocio con otros operadores de televisión'.

Asimismo, el grupo Prisa fue el protagonista de la jornada ayer en la bolsa española al caer un 10,17%, hasta los 3,53 euros por acción. Se trata de la mayor caída registrada ayer en el parqué madrileño, donde la sesión estuvo en general teñida de verde el selectivo IBEX remontó un 1,59%. En los últimos doce meses, la rentabilidad del grupo dirigido por Juan Luis Cebrián ha experimentado un descenso del 36,3%, situándose el valor de esta compañía en 774,6 millones de euros.