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Baraja se retiró por un golpe en el muslo y Morientes ni siquiera salió

EFE

Rubén Baraja, centrocampista del Valencia, se retiró hoy antes de que concluyera el entrenamiento tras recibir un fuerte golpe en el muslo derecho, mientras que el delantero Fernando Morientes, ni siquiera saltó al césped por una contusión en el tendón de Aquiles.

Baraja, que el lunes regresó a los entrenamientos tras varios días de ausencia por una sobrecarga muscular en el muslo derecho, se marchó con antelación y por precaución a los vestuarios tras sufrir un golpe en esa misma zona durante la disputa de un partidillo en la parte final del entrenamiento y después de haber participado con normalidad en los ejercicios anteriores.

El delantero valencianista no saltó al césped a causa de una contusión con herida en el tendón de Aquiles que se produjo en el partido de Liga de Campeones, pero acudió a la ciudad deportiva del Valencia para recibir tratamiento fisioterápico.

El técnico holandés Ronald Koeman dirigió una sesión de alrededor de una hora que resultó ser bastante accidentada a causa de los sobresaltos protagonizados por Sunny Sunday, Carlos Marchena y Raúl Albiol, quienes tuvieron que ser atendidos sobre el césped en diferentes momentos del entrenamiento tras sufrir sendos golpes.

Sunny y Marchena no tuvieron problemas para seguir con el trabajo, pero Albiol se tuvo que retirar tras una fuerte entrada del defensa sevillano y se quedó estirando sobre el césped.

La de hoy fue la primera sesión de entrenamiento en la que participó José Mari Bakero, que el miércoles llegó a un acuerdo con el Valencia para ser el segundo entrenador de Koeman y que ayer ya estuvo en la ciudad deportiva para reunirse con el técnico holandés y tratar la situación deportiva del equipo.

Los jugadores que fueron titulares contra el Rosenborg trabajaron durante alrededor de una hora, mientras que el resto de la plantilla siguió con el entrenamiento y disputó un partidillo a medio campo. Previamente, Koeman dirigió varios ejercicios con balón en los que insistió en el desplazamiento de pelota y en la necesidad de ensanchar el campo.

La anécdota de la jornada la protagonizó el portugués Manuel Fernandes, quien llegó media hora tarde al entrenamiento y fue recibido con indiferencia por sus compañeros.

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