La falta de consenso interno sobre la situación y la orientación de España impiden emitir una imagen coherente y deja en manos de otros su devenir. Es la advertencia que hizo el director general de La Caixa, Joan Maria Nin, y que compartió plenamente el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu. 'La construcción de la historia nos la están haciendo desde fuera', lamentó Nin en su intervención en la reunión del Círculo de Economía en Sitges.

Nin insistió en que 'el relato ha de ser compartido con la mayoría de la opinión del país y con la opinión de sus gestores'. El directivo afirmó que España está siendo castigada de forma subjetiva por los mercados y consideró primordial para generar confianza que 'la liquidez se renueve'.

El propio comisario europeo Joaquín Almunia consideró que los países periféricos en Europa cuentan con menor apoyo de las agencias calificadoras de riesgo y también apuntó hacia la clase dirigente: 'Aquí se descalifica más que la media (europea). La profundidad de nuestros debates deja que desear'. Criticó que el PP no apoyara el real decreto de recorte del gasto. 'Si no se hubiera aprobado hoy hubiera tenido que atender mayores responsabilidades', afirmó, en relación a posibles medidas que hubiera tomado la Unión Europea.

Nin y Almunia también coincidieron en que el sistema financiero español debe prepararse para las reformas que conllevará Basilea III. Para Nin, 'puede suponer exigencias adicionales de entre 40.000 y 50.000 millones' para la banca española. El directivo previó un encarecimiento del crédito, y consideró que cajas y bancos deben intermediar de forma menos masiva en favor de otros medios para lograr capital. Para el director general de Regulación del Banco de España, José María Roldán, 'podría haber un mecanismo transitorio' entre 2012 y 2017, para que las entidades puedan ir captando capital de más calidad'.