La UD Almería, en el tercer partido de José Luis Oltra como técnico, volvió a ganar después de nueve jornadas sin hacerlo y alivia mucho su situación en la zona baja de la tabla, mientras que el Sevilla, con cuatro encuentros de liga perdidos consecutivamente, parece que toca fondo y sigue sin norte.

Los almerienses no ganaban desde la quinta jornada, en el campo del Deportivo de La Coruña, y hoy lo han vuelto a hacer en el Sánchez Pizjuán, donde los tres últimos partidos del Sevilla se cuentan por derrotas -Mallorca, Getafe y Almería-.

El partido era otra reválida para el conjunto sevillista después de encadenar cuatro derrotas consecutivas -tres de Liga y una en la Liga de Europa-, que le habían dejado muy lejos de los puestos 'Champions' y con muchas sensaciones de inestabilidad.

Los de Gregorio Manzano salieron enchufados y a los cuatro minutos el canterano José Carlos, que sustituía al lesionado extremo argentino Diego Perotti, remató como mucha clase, pero el balón lo repelió una escuadra de la meta del brasileño Diego Alves.

El empuje inicial de los locales decreció con el paso de los minutos y la UD Almería, pese a sus muchas bajas por lesión -los argentinos Hernán Pellerano y Hernán Bernardello, Miguel Nieto, el uruguayo Marcelo Silva y el brasileño Michel Macedo-, se dejó notar porque no tuvo reparos en acercarse con peligro por las inmediaciones del área de Andrés Palop.

El partido era de ida y vuelta, con un juego más elaborado, aunque impreciso, del equipo hispalense y más rápido a la contra del almeriense, pero con ocasiones de gol por parte de ambos bandos.

A los veinte minutos el centrocampista colombiano Fabián Vargas cortó un balón con la mano dentro del área y el penalti lanzado por Frederic Kanouté no se convirtió en el 1-0 porque Diego Alves adivinó la intención del delantero malí.

La réplica la dio poco después Carlos García, pero su cabezazo acabó con el balón en las manos de Palop, lo que dio una idea de que el Sevilla no podía estar tranquilo en la defensa, y más cuando esta línea muestra carencias y descoordinación.

Con la sensación de que el gol podía llegar en cualquier portería se acabó la primera parte y en los comienzos de la segunda llegó, obra de Fabián Vargas después de que el balón diera en el larguero y botara muy cerca de la raya, lo que hizo protestar a los sevillistas.

El 0-1 le dio más seguridad al juego del equipo visitante y más precipitación e inseguridad al del local, con lo que la reacción del Sevilla tardó en llegar y cuando llegó la imprecisión en el remate fue la tónica habitual.

El Almería, por contra, se aprovechó de un Sevilla adelantado para seguir creando peligro y el 0-2 rondó en más de una vez para cerrar una victoria que tenían bien controlada.

El empuje local en el tramo final del choque creó ciertas expectativas en la grada, pero el tanto fue otra vez del Almería, gracias a un potente y gran remate del argentino Pablo Piatti.

Kanouté acortó distancias dos minutos después y eso enrabietó a los suyos en los últimos instantes del encuentro, pero el gol fue otra vez de Piatti, quien puso el 1-3 definitivo.

- Ficha técnica:

1 - Sevilla FC: Palop; Dabo, Martín Cáceres, Alexis, Fernando Navarro; José Carlos (Alfaro, m.65), Zokora, Renato (Romaric, m.65), Diego Capel; Kanouté y Negredo (Acosta, m.78).

3 - UD Almería: Diego Alves; Juanma Ortiz (Lillo, m.65), Carlos García, Santi Acasiete, Jakobsen; M'Bami, Fabián Vargas; Piatti, Corona (Diego Valeri, m.73), Crusat; y Kalu Uche (Ulloa, m.88).

Goles: 0-1, m.48: Fabián Vargas. 0-2, m.81: Piatti. 1-2, m.83: Kanouté. 1-3, m.90: Piatti.

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Expulsó por dos tarjetas amarillas al sevillista Alexis, que las vio en los minutos 42 y 89. Además, amonestó a los locales Zokora (m.08) y Palop (m.30) y a los visitantes Fabián Vargas (m.20), Juanma Ortiz (m.62) y Jakobsen (m.74).

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 35.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Fuerte bronca de los seguidores sevillistas a la conclusión del encuentro.

Antonio Gutiérrez