La misión médica humanitaria en favor de los secuestrados por las FARC, que llegó a Bogotá en un avión francés, difícilmente podrá cumplir con su objetivo por cuanto no se sabe si esa guerrilla está al tanto de ella, advirtió hoy la agencia de prensa Anncol, cercana la organización rebelde.

La Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), con sede en Estocolmo y que con frecuencia publica materiales sobre el grupo guerrillero en internet, sugirió que todos los canales de comunicación con las FARC están cortados.

"No sabemos si las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) saben de la misión", añadió la fuente en una nota sobre la operación humanitaria que busca prestar asistencia médica a la ex candidata presidencial colombo-francesa Íngrid Betancourt y otros enfermos en el grupo de cuarenta rehenes que los rebeldes pretenden canjear por medio millar de sus presos.

La misión, liderada por Francia, fue puesta en marcha el miércoles por el Gobierno de ese país y sus pares de España y Suiza, de un comité internacional autorizado por el Gobierno colombiano para que faciliten un acuerdo humanitario con los rebeldes.

La aeronave con personal y equipo para cuidados intensivos movilizada para la misión aterrizó a primera hora de hoy en la base militar de Catam, aledaña al aeropuerto internacional bogotano de Eldorado, donde espera una posible señal de los rebeldes para volar al sitio en el que puedan ser atendidos los enfermos.

En una guerra como la colombiana, según Anncol, "no se pueden cerrar todos, absolutamente todos, los canales de comunicación con el 'enemigo'".

La agencia consideró que "esto demuestra que es necesario dejar abierta una ventana, un resquicio, por medio del cual se puedan comunicar con el 'enemigo' para después no andar desesperados buscando un 'contacto', un contacto, por favor".

Asimismo, la nota subrayó que no se pueden enviar "aviones a que esperen inútilmente por alguien que no llegará porque nadie ha dicho que se entregará".

Según Anncol, las FARC extremaron los cuidados con sus comunicaciones desde la muerte de su segundo al mando y portavoz internacional, "Raúl Reyes", muerto el pasado 1 de marzo en una incursión colombiana en un campamento que esa guerrilla tenía en Ecuador.

La misma fuente insistió en la versión que fue una llamada de un emisario francés al teléfono por satélite del portavoz de la guerrilla la que les permitió a los estadounidenses "ubicar el campamento de 'Raúl Reyes' y bombardearlo".