El Hospital Enfermera Isabel Zendal, como ha podido comprobar Público, se ha convertido en un hospital fantasma. Con una inversión de 170 millones de euros, el triple de lo que se había presupuestado inicialmente, la joya de la corona de Isabel Díaz Ayuso sólo tiene un tercio de sus camas operativas. Nadie ha parado a nuestro medio, que ha accedido por la puerta principal, ni le ha evitado el paso a las salas edificadas para pacientes (los pabellones 1 y 2) y que hoy son lugares de almacenamiento de camas, sillas y mesillas.

Tan sólo una de las tres naves que integran el edificio alberga pacientes. Son 91 en total, para un hospital que se creó con el objetivo de albergar a un total de 1.000 enfermos. De hecho, el tercer pabellón sólo dispone de pasillos panelados.

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha confirmado este jueves que el Zendal tiene en la actualidad 86 pacientes ingresados en la Unidad de Rehabilitación Funcional (URF), además de otros cinco que provienen de las Urgencias de otros hospitales. Es decir, casi el 92% de las camas previstas están vacías, sin montar o desarmadas. Solamente el Pabellón 1 tiene actividad asistencial. Esta nave está organizada en controles que pueden acoger hasta 18 pacientes cada uno. En estos momentos, tal y como ha podido observar Público, hay abiertos cinco, con uno dedicado exclusivamente a tratar enfermedades respiratorias.

Como el número de enfermos es anecdótico, los enormes pasillos que rodean las salas están prácticamente desiertos. Un panorama que hace que el Zendal se asemeje más a una gran nave industrial que a un hospital para emergencias sanitarias, ya que ni siquiera cuenta con equipo sanitario propio: solo tiene 200 profesionales, de los que 27 son voluntarios de otros centros sanitarios y el resto es personal contratado, trasladado en su mayoría del Hospital Universitario La Paz. 

Las imágenes de los pabellones 2 y 3 vacíos

Durante el recorrido de Público por el Pabellón 2, nos encontramos un panorama desolador. Camas desmontadas y amontonadas, que indican que no hay previsión a corto plazo de que vayan a utilizarse. De hecho, esta sala está cerrada desde julio del pasado año, según ha informado el delegado de CCOO en el Zendal, Ismael de la Torre.

Este pabellón está a oscuras, y es donde se ubicaron tras su construcción la unidad de cuidados respiratorios y la unidad de cuidados intensivos que llevan cerradas desde abril. Son unos servicios sanitarios que se crearon para hacer frente a los afectados por la covid-19 en plena pandemia.

El Pabellón 3 nunca se puso al servicio de pacientes. De hecho, tras la invasión de Rusia a Ucrania, hace ahora un año, acogió a refugiados ucranianos. También se utilizó como punto de vacunación de la covid y de la viruela del mono.

Pero en estos momentos, como ha podido fotografiar nuestro medio, está diáfano. Por no haber, no hay apenas muebles. Tan solo unas sillas al fondo. Dentro de esta sala hay una habitación minúscula habilitada para vacunar a pacientes. Al día se inyectan una media de 100 dosis, según fuentes sanitarias del propio Zendal.