Después del repunte de sismicidad y de la alta emisión de ceniza que ha tenido el volcán de La Palma durante martes y miércoles, este jueves ha vuelto a la tendencia descendente de los días previos. 

Si bien los científicos continúan pendientes de confirmar si esta propensión se consolida, desde el Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) se encuentran a la espera de ver cómo afectan las lluvias que se prevén a partir de la tarde del jueves, que han puesto a la isla en alerta amarilla. Las precipitaciones, sin embargo, se esperan en las vertientes norte y este de La Palma y el volcán está situado al oeste.

El aeropuerto, además, puede ver comprometida su actividad, dado que la racha de viento procedente del norte de la isla, que ha hecho que la calidad del aire del valle de Aridane mejore, se dirige hacia el oeste de la ínsula. 

Observar las tendencias a largo plazo

Desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López, sin embargo, ha explicado, en declaraciones recogidas por Efe, la importancia de valorar las tendencias a largo plazo frente a las fluctuaciones que pueda tener en días puntuales, como ocurrió este martes y miércoles.

Y, aunque la sismicidad y la señal de tremor han descendido tras su repunte, no ha ocurrido lo mismo con las emisiones de dióxido de azufre (SO2). Estas habían presentado una recaída durante la jornada del miércoles para volver a ascender este jueves, presentando cifras de entre 16.000 y 32.000 toneladas diarias. 

Durante el miércoles, además, la cuarta colada presentó una mayor emisión de piroclastos. De acuerdo a las declaraciones a Efe del portavoz del comité técnico del Pevolca, Francisco Prieto, se debe a que esta se está ensanchando y va lentamente avanzando hacia la costa. 

La Palma en los PGE 2022

Desde el Congreso, la comisión encargada de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), estudia incluir una serie de enmiendas en el proyecto presupuestario estatal con el objetivo de ayudar a los pescadores y agricultores palmeros. Esta cantidad se estima que estaría en torno a los 40 millones de euros, según informaba Cope. 

Por el momento, el presidente canario, Ángel Víctor Torres, ha cifrado los daños causados por el volcán, todavía carente de nombre, entre los 550 y 700 millones de euros.