El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado 19 movimientos sísmicos durante las primeras horas del lunes en la isla de La Palma, uno de los cuales ha tenido una magnitud de 4,4 a las 3.53 horas en el municipio de Villa de Mazo, donde se han producido ocho de los seísmos. En la localidad de Fuencaliente se han producido 12 de los terremotos durante la noche, entre ellos, el primero (a las 1.20 horas) y el último de magnitud 2,6 y 3,4 respectivamente. El restante ha tenido lugar en El Paso. Las profundidades en las que se han producido los movimientos sísmicos han oscilado entre los 10 y los 38 kilómetros. El terremoto de magnitud 4,4 fue el de mayor profundidad, según informa Europa Press.

La sismicidad se mantiene, aunque con menor número de seísmos y el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) confirma que se mantiene a profundidades superiores a 20 kilómetros, pero la intermedia continúa siendo baja y localizada en las mismas zonas.

La línea de la costa avanza 30 metros en la playa de Los Guirres 

En la playa de Los Guirres (Tazacorte) la línea de la costa ha avanzado unos 30 metros hasta unirse con el delta lávico, según informa EFE. Raúl Pérez, del Instituto Geológico Minero de España (IGME) detalla que "el mar ha hecho su acción" formando una nueva costa al cerrar parte de la entrada de la playa y creando una piscina central de agua caliente.

Según la información facilitada por el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) la lava "discurre por las coladas existentes en un único cauce que se bifurca en ocasiones, especialmente en la zona baja, y llega al mar por tres puntos". La superficie afectada por la erupción volcánica se eleva a 1.019,79 hectáreas con una anchura máxima entre coladas de 3.100 metros, según informes del DSN. También ha informado de que la emisión de dióxido de azufre continúa siendo alta, aunque ha disminuido respecto a otros días.

Los expertos que analizan la erupción del volcán Cumbre Vieja son optimistas con la bajada de los niveles de dióxido de azufre y los seísmos en profundidad intermedia, ya que consideran que puede ser una señal de que el volcán tiene cada vez menos energía.