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La UCI Pediátrica de La Paz, en "situación extrema": los jefes de servicio del hospital piden medidas "urgentes" 

Los responsables de la Unidad del Hospital Infantil han remitido una carta a la gerencia del centro para denunciar todos los servicios que se han visto interrumpidos desde hace una semana, así como advertir del riesgo que supone para los niños.

Sanitarios y vecinos protestan por el cierre de facto de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario La Paz, en Madrid
Sanitarios y vecinos protestan por el cierre de facto de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario La Paz, en Madrid. CCOO

La Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital Universitario La Paz (HULP) cerró de facto el pasado 17 de enero y, desde entonces, se han visto trastocados servicios esenciales y de referencia en todo el país. Así lo han advertido los jefes de Servicio, de Sección y los responsables de Unidad del centro hospitalario en una carta dirigida a la gerencia en la que describen los efectos que han sufrido otras actividades como consecuencia del caos generado por esta crisis.

La misiva, que los remitentes han facilitado a CCOO, ha sido enviada con solicitud de remisión a Isabel Díaz Ayuso, como presidenta de la Comunidad de Madrid; a la consejera de Sanidad, al Abogado General de la comunidad, el Director General de recursos humanos, el Consejo General del Poder Judicial, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 24 de Madrid, el Juzgado de Guardia, la Fiscalía del Menor, el Defensor del Pueblo, el Defensor del Paciente y el Defensor del Menor.

"Es nuestra obligación informar sobre la grave situación que ha surgido en la UCIP de La Paz. Existe un riesgo significativo para la adecuada atención de nuestros pacientes pediátricos debido a la ausencia total de facultativos intensivistas pediátricos", informan los facultativos.

Hace una semana, todos los médicos de plantilla asignados a la UCIP, con la única excepción de su jefe y un facultativo, presentaron solicitudes de baja que, junto a las renuncias acumuladas los meses anteriores, hicieron imposible mantener el servicio abierto.

"Este hecho insólito e inédito se produce como consecuencia directa de la reincorporación del doctor Pedro de la Oliva, denunciado por acoso laboral, a su puesto de trabajo", confirman los firmantes, corroborando la versión de los especialistas que han abandonado la Unidad.

El propio centro hospitalario realizó hace unos tres años una investigación en la que quedó acreditada su mala forma de trabajar, así como que sus "formas físicas causaban intimidación", que "no admitía discrepancias de sus subordinados" y que, incluso, "mantenía actitudes negativas ante la maternidad o paternidad".

Esta situación "insostenible" ha tenido "serias repercusiones" en el funcionamiento de otras actividades del hospital. "En los últimos tres meses, esta crisis ha generado múltiples consecuencias absolutamente indeseables, que nos vemos obligados a exponer y tratar de revertir por todos los medios a nuestro alcance. Lo hacemos en defensa de la salud de los niños y para preservar la excelencia en la asistencia a pacientes ingresados, así como para todos aquellos que, procedentes de otros puntos de nuestro país, podrían verse potencialmente afectados y no recibir la atención debida", expresan los responsables en el escrito. 

Entre los efectos inmediatos más graves de la situación se incluyen el traslado de pacientes (se ha tenido que mover a usuarios con trasplantes, politraumatizados y patologías médicas críticas, a otras Unidades de Cuidados Críticos, generando una sobrecarga asistencial en estos servicios); la suspensión de actividades quirúrgicas o la derivación a otros hospitales

También han sufrido una "grave" afectación los programas de trasplantes, siendo La Paz "el único centro capaz de garantizar una cartera de servicios completa" en pediatría. Además, el hospital "corre el riesgo de pérdida de la condición de Centro, Servicio y Unidad de Referencia (CSUR) para la UCIP, lo cual tiene implicaciones significativas", según han señalado los doctores.

Desde que se conoció la noticia, los profesionales que se vieron forzados a abandonar la UCIP para salvaguardar su propia salud mental han recibido el apoyo de toda la plantilla de La Paz. De hecho, a lo largo de esta semana de caos se han organizado concentraciones casi diarias. Este mismo miércoles sanitarios y vecinos se reunieron en una nueva protesta a las puertas del centro. Pese a la gravedad de lo sucedido, todavía no parece atisbarse solución alguna.

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