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Contaminación atmosférica La contaminación se redujo en 2016, pero aún afecta a uno de cada tres españoles

La calidad del aire mejoró el año pasado debido, principalmente, a unas condiciones metereológicas más favorables y al menor uso del carbón en la producción eléctrica, según el informe anual de calidad del aire de Ecologistas en Acción.

Boina de contaminación sobre la ciudad de Madrid en una panorámica tomada a finales de 2016.- AFP

La contaminación atmosférica se redujo de forma significativa el año pasado en España, aunque el dato positivo está muy lejos del optimismo. Primero, porque a pesar de la reducción todavía más de un tercio de la población siguió respirando niveles de aire sucio por encima de los límites legales; y segundo, porque la mejora de la calidad del aire en 2016 obedece principalmente a causas coyunturales (sobre todo una condiciones meteorológicas favorables) y no a medidas estructurales concretas.

Son las conclusiones principales del informe anual sobre contaminación en España que cada año publica Ecologistas en Acción basado en los datos aportados por comunidades autónomas y ayuntamientos recogidos a lo largo del año en 700 estaciones oficiales de medición instaladas en 136 zonas de todo el territorio.

La tendencia de la contaminación atmosférica había sido decreciente desde que en 2008 estallara la crisis económica, pero en 2015 los niveles volvieron a dispararse. En 2016, en cambio, se ha vuelto a datos más parecidos a los anteriores.

En concreto, el año pasado 16,9 millones de personas en España respiraron aire contaminado por encima de los niveles máximos estipulados en la legislación. Son 1,6 millones de afectados menos que en 2015, pero 1,4 millones de afectados más que en 2014.  También la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación se redujo en 70.000 Km2 menos que un año antes.

En cualquier caso, los ecologistas recuerdan que estas cifras sólo recogen los afectados por la legislación, con unos límites mucho más laxos que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. De hecho, teniendo en cuenta lo estipulado por este organismo, las cifras de afectados en España se disparan hasta los 43,7 millones de personas (el 94% de la población) y el 90% del territorio.

Ecologistas advierte, no obstante, de que las causas del descenso en la contaminación son esencialmente coyunturales, debido a unas condiciones meteorológicas favorables durante todo el año pasado, con más lluvias y una menor estabilidad atmosférica. También, aunque en menor medida, ha influido una reducción de la quema de carbón para la producción de electricidad.

"Aunque los datos son mejores que los de 2015, hay una serie de amenazas en el horizonte que nos avisan de que la situación podría empeorar a largo plazo: una es el aumento del tráfico rodado que ha vuelto a niveles de 2011; y la otra un aumento del consumo eléctrico", ha dicho Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe. A estos factores el estudio añade, además, el fraude en los sistemas de certificación de emisiones de los automóviles y el abandono de las energías renovables.

"No estamos hablando de una mejoría estructural, sino de una mejoría coyuntural. No hay medidas políticas. No está habiendo unas políticas de lucha decidida contra la contaminación y el cambio climático", ha añadido.

Todos los contaminantes se reducen

Cuando se habla de contaminación se tienen en cuenta las mediciones en cuatro contaminantes diferentes: las partículas en suspensión PM10 y PM2,5 (las más perjudiciales para la salud y las que, según la comunidad científica, están más relacionadas con las muertes prematuras, cáncer de pulmón, afecciones respiratorias, cardiovasculares e ingresos hospitalarios); el dióxido de nitrógeno NO2 (producido por los tubos de escape de los coches y principal causante de las boinas de contaminación en las ciudades); el dióxido de azufre SO2 (asociado a la quema de carbón) y el ozono troposférico O3 (una sustancia que se forma en la atmósfera por la reacción química de otros contaminantes y la luz del sol y que es el más extendido).

En el año 2016 todos los contaminantes se redujeron. No obstante, Ecologistas en Acción alerta sobre la cada vez mayor repercusión del ozono troposférico, el que presentó una mayor extensión debido al aumento de las temperaturas medias y a situaciones meteorológicas extremas como las olas de calor.

Bilbao vuelve a la lista de ciudades incumplidoras tras 2010

Por territorios, el límite máximo legal en dióxido de nitrógeno se superó en la ciudad de Madrid y el corredor del Henares, y en las áreas metropolitanas de Barcelona, Granada, Valencia y Bilbao, que entra en la lista de incumplidoras por primera vez desde 2010. El ozono troposférico, por su parte, superó el objetivo establecido por la normativa vigente en la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, el interior de Catalunya, País Valenciano, Región de Murcia y el oeste de las Islas Baleares, además de algunas zonas de Andalucía y Extremadura. En los demás contaminantes no hubo superaciones legales, aunque sí de las recomendaciones de la OMS.

La contaminación causa 24.000 muertes prematuras en España

Ecologistas denuncia que pese a estos niveles las administraciones no es "adecuada ni ajustada a la gravedad del problema". A pesar de que los Planes de Mejora de Calidad del Aire y los Planes de Acción a corto plazo son obligatorios, muchas ciudades y municipios no cuentan con ellos. El año pasado, además, expiró el Plan Aire del Gobierno sin que se haya sustituido por otro.

Según las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación produce en España más de 24.000 muertes prematuras al año, unas 15 veces más de las que se producen por accidentes de tráfico. Además, y según otro informe publicado el año pasado por el Banco Mundial, el coste sanitario derivado de una mala calidad del aire en nuestro país asciende a los 50.000 millones de dólares al año, un 3,5% del PIB.

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