Las obras para ampliar la Línea 11 del Metro de Madrid continúan generando malestar en la población por sus impactos ambientales y sociales. Las talas de Madrid Río, donde el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid han autorizado la poda masiva de centenares de ejemplares históricos, han sido las más mediáticas y las que más repercusiones políticas han tenido. Sin embargo, no muy lejos de allí, al otro lado del Manzanares, los vecinos del parque Comillas temen llevarse la peor parte, ya que es en esta zona donde se prevé que empiecen a entrar las tuneladoras del metro.

El pasado 11 de diciembre los vecinos se encontraron el parque arrasado. Apenas ha quedado un árbol en pie. Los operarios tampoco han tenido reparos en picar las canchas de fútbol donde a diario juegan los chavales y ahora este espacio público está listo para que entre la maquinaria pesada.

Los alumnos del colegio público Perú, cuyo patio de recreo está orientado hacia el propio parque afectado por las obras, son los mayores damnificados, además de los vecinos de las calles aledañas que temen vivir entre ruido y polvo durante los próximos cuatro años.

Mikel Ogueta, portavoz de la Asociación de Familias del Alumnado de la escuela, muestra su preocupación por la inminente entrada de las tuneladoras. "Van a pasar por debajo del colegio, como si nada. Aquí nadie nos ha informado y nadie se ha reunido con nosotros. Lo que sabemos es por información que vamos obteniendo por nuestra cuenta y por lo que leemos en los medios", expone el representante de las familias. 

"La tala ya ha ocurrido, es irreversible, pero aún estamos a tiempo de evitar que entre la tuneladora. Ofrecemos alternativas", indica. "Además del ruido de las máquinas, hablamos también del trasiego diario de camiones para cargar y descargar tierra. Es un tema de ruido y de contaminación", agrega Ogueta.

Una zona alternativa para la tuneladora

Los padres y madres del colegio Perú están en contacto directo con la Asociación de Vecinos de Comillas, con quienes han trabajado para encontrar un lugar alternativo por donde puedan entrar las tuneladoras. "La idea es que las máquinas excaven en la zona de Santa María de la Cabeza, junto a la A-42", explica Elena Sigüenza, portavoz vecinal, que considera que esa localización no contentará a la Comunidad de Madrid ya que supondría cortar el tráfico y generar atascos. Es la misma lógica que en Madrid Río, donde la Consejería decidió cambiar la ubicación de la boca de metro al interior del parque para no cortar el tráfico en el paseo de Yeserías. 

"No es solo la tuneladora, son los residuos, es el ruido constante que, por cierto, ya tenemos porque están actualmente trabajando para dejar llano el parque y quitar todos los escombros y restos de árboles. Imagina cómo será de molesto más adelante", insiste Sigüenza, que reclama a la Comunidad de Madrid la creación de una mesa de seguimiento para que las organizaciones vecinales puedan conocer con detalle cómo transcurren las obras y opinar sobre ellas.

"Para nosotros es algo fundamental. Cuando se hicieron las obras para el intercambiador de plaza Elíptica, en su momento, se accedió a crear la mesa y pudimos sentarnos y plantear cambios que, en algunos casos, fueron bien recibidos. Pero ahora mismo es imposible, el Gobierno de Ayuso está completamente cerrado en banda", denuncia la portavoz vecinal.

Público se ha puesto en contacto con la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, cartera al frente del proyecto, y le ha preguntado si se valora buscar una ubicación alternativa para las tuneladoras y con menor impacto socioambiental. En el momento en el que se cierra esta información no se ha obtenido ninguna respuesta.