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Estas son las claves del error con los trenes de Cercanías en Cantabria y Asturias

La nueva flota de convoyes no cabe en los túneles por un error en las medidas. ¿Qué va a ocurrir ahora?

Imagen de archivo de un tren de Cercanías en la red afectada por el fallo métrico que retrasará la llegada de nuevos equipos a Cantabria y Asturias.
Imagen de archivo de un tren de Cercanías en la red afectada por el fallo métrico que retrasará la llegada de nuevos equipos a Cantabria y Asturias. Pedro Puente / EFE

Hace apenas una semana los vecinos de Cantabria y Asturias se despertaban con una asombrosa noticia: los nuevos trenes comprometidos para renovar la flota de Cercanías en ambas comunidades llegarán más tarde de lo previsto. El motivo de la demora no es otro que un fallo en el cálculo de las dimensiones que impide que los convoyes entren por los túneles de la red ferroviaria en cuestión, que data del siglo XIX y se proclama como la más antigua del país. De este modo, los 31 coches que Renfe acordó proporcionar en 2020 quedan invalidados y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha anunciado el cese de dos altos cargos tanto de la empresa pública como de Adif. Pero, ¿qué ha ocurrido realmente y cuál es el escenario que se abre ahora? 

¿Qué ha pasado?

Los trenes que operan en la red ferroviaria del norte de España llevan hasta cuatro décadas en circulación, arrastrando problemas de antigüedad que ocasionan incidencias en el servicio con demasiada frecuencia. Como contraposición, Renfe había anunciado en 2020 una partida de 31 nuevos convoyes para rejuvenecer los equipos en cuestión. El contrato, de 258 millones de euros, recayó sobre la empresa CAF, encargada de la construcción de los ferrocarriles.

Sin embargo, un error métrico en el cómputo de las dimensiones hace que los Cercanías no quepan por los túneles. Su altura es superior a la de los pasajes subterráneos de la red de FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), que rige tanto en Cantabria como en Asturias. Es decir, los convoyes tienen que ser más pequeños de lo habitual para poder realizar estas rutas. Desde el Ayuntamiento de Santander aseguran que Renfe tenía conocimiento del desajuste desde "marzo de 2021" y la empresa adjudicataria alega que en cuanto notificó el fallo en el pliego de licitación se lo comunicó al operador público. Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, ha calificado lo sucedido de "chapuza monumental".

¿Quién es el responsable del error?

Según han señalado fuentes del ministerio de Transportes, las máquinas todavía no estaban construidas. Todo apunta a que el error se detectó cuando el proyecto se encontraba en "fase de diseño" y no había llegado a desarrollarse lo suficiente como para disponer de una "definición sobre el papel". Raquel Sánchez, responsable de la cartera, ha justificado así que no se vaya a desperdiciar "ni un euro" del total presupuestado, puesto que la fabricación todavía estaba en una etapa preliminar. No obstante, lo que ha trascendido es que en el pliego de licitación de Renfe, redactado en 2019, no se reflejó correctamente los datos relativos a las alturas para que la empresa contratada ajustase sus diseños a las exigencias de la red.

¿Cuáles son las consecuencias?

La primera de las consecuencias pasa por el retraso que va a provocar este error en el diseño y, como resultado, en la llegada de los nuevos trenes a las estaciones de Cantabria y Asturias. Tanto Adif como el Ministerio de Transportes hablan de una dilación de "dos o tres años", aunque garantizan que van a trabajar porque el impacto sea "mínimo". El vicepresidente cántabro, el socialista Pablo Zuloaga, ha lamentado este imprevisto ya que, según ha dicho, "los trenes son absolutamente necesarios" para renovar las unidades que actualmente realizan trayectos en la región.

El contrato fijaba en octubre de 2024 la fecha límite para la puesta en marcha de los nuevos ferrocarriles. Con esta ralentización, se prevé que las tareas se prorroguen, como mínimo, un par de años más de lo dibujado en el plan inicial. Los vecinos han mostrado su indignación y los presidentes de ambas comunidades han pedido explicaciones al respecto. Renfe y Adif parecen haber movido ficha y han comunicado los primeros ceses. El operador ferroviario ha decidido prescindir del hasta entonces gerente de Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros y Adif ha suspendido al titular de su jefatura de Inspección y Tecnología de vía.

¿Y ahora, qué?

Al margen de la auditoría interna que ha anunciado el Ministerio de Transportes para recabar detalles de lo sucedido, la empresa que ostenta el contrato seguirá trabajando en el diseño y la construcción de los convoyes, pero ya con las nuevas medidas sobre la mesa. De este modo, se utilizarán como modelo las dimensiones de uno de los trenes que actualmente circula entre Asturias y Cantabria, para replicarlo y no caer de nuevo en descuidos del estilo. Mientras, los vecinos y vecinas del litoral cantábrico se ven obligados a esperar por unos servicios que, visto lo visto, se hacen de rogar. 

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