Este viernes el Tribunal Supremo ha condenado por unanimidad a los cinco miembros de La Manada -Antonio Manuel Guerrero Escudero, Jesús Escudero, José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, y Ángel Boza- a quince años de prisión por un delito continuado de "violación". 

Una decisión que retracta lo sostenido por la Audiencia de Navarra, primero, y por el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad foral, después, por el que se consideraba a los cinco hombres culpables de un delito de abuso sexual con prevalimiento -cuya pena estipularon en nueve años de cárcel-, pero no como autores de un delito de agresión sexual.

Tras conocerse el fallo del Alto Tribunal este viernes, varias asociaciones y organizaciones feministas convocaron una concentración frente a las puertas del Tribunal Superior de Justicia para denunciar los continuados "abusos judiciales contra la impunidad de las manadas". Su reivindicación ha sido alta y, también, muy clara: "la justicia patriarcal es cómplice de los agresores". 

Los hechos que juzgaba este viernes el Supremo son los mismos que en su día juzgaron las dos instancias anteriores. Sin embargo, el fallo hoy ha sido unánime. Los magistrados han reconocido el escenario de "intimidación" que afrontó la víctima y han reprochado el "error en la calificación jurídica de la sentencia de instancia". 

Organizaciones feministas de Madrid se concentran este viernes frente al Tribunal Supremo | EFE

Estamos viviendo una lucha feminista sin precedentes a escala mundial. Un movimiento que en España ha estado estrechamente ligado al caso de la violación múltiple en los San Fermines en 2016, que ha movilizado a miles de personas al grito de '¡Yo sí te creo!' y '¡Tranquila hermana, aquí está tu manada!'. "Este caso nos ha hecho salir a la calle. Ha marcado un antes y un después por las preguntas y reflexiones que ha suscitado: las mujeres hemos comenzado una lucha imparable", aseguran desde el Colectivo de Mujeres Queremos la Luna. 

Desde el colectivo "celebran el coraje y la determinación de nuestra hermana, porque nos ha abierto una posibilidad inmensa a todas las mujeres y ha sido porque siempre ha mantenido el sentido íntimo de justicia, de que siempre estuvo en lo cierto" y aseguran que lo que se ha puesto en marcha va mucho más allá de la sentencia: "ha abierto una posibilidad de relación diferente entre los géneros. Nos ha hecho plantearnos el consentimiento, la reciprocidad del deseo, la credibilidad de nuestra palabra. Y ya no hay vuelta atrás".

"Las sentencias pasadas lo que hicieron fue fomentar la creación de más y más manadas, que nos violaran con total impunidad, que pusieran en riesgo nuestras vidas una y otra vez, y que se fomentara la violencia machista hacia nosotras. En un primer momento se nos intento legislar, se nos intento meter en casa y se nos intento llenar de miedo. Respondimos precisamente con lo contrario, saliendo a las calles y explicando que no tenemos miedo. Que íbamos a luchar", reflexionan desde el Sindicato de Estudiantes Libres y Combativas.

"Esta sentencia lo que refleja no es que estos jueces y estas juezas sean más o menos machistas que los anteriores, lo que refleja es la fuerza de la movilización de la calle. Y nos sentimos muy orgullosas. Porque '¡Sí se puede!' y porque vamos a seguir en las calles hasta terminar con todo tipo de opresión", condenan. 

Organizaciones feministas de Madrid se concentran este viernes frente al Tribunal Supremo | EFE