La calle Pallars de Barcelona está en plena reconstrucción. Ya se han iniciado las obras de una nueva promoción de vivienda pública industrializada que permitirá al barrio del Besòs i el Maresme obtener numerosas ventajas ambientales y de sostenibilidad. Se trata de 42 nuevos pisos donde la madera es el material principal. Así, se convertirá en una de las promociones de madera más altas de la ciudad, junto a las viviendas cooperativas en el Pla dels Cirerers, en el distrito de Nou Barris.

En total, para levantar el nuevo edifico de planta sótano, planta baja, siete plantas y planta badalot de cubierta se van a usar 1.103 piezas hechas con madera de abeto rojo de bosques explotados de manera sostenible. Todas ellas, además, con el certificado PEFC, la certificación forestal más implantada en todo el mundo.

Se prevé que el coste de esta promoción en Sant Martí sea de 5.034.960 euros y que los trabajos se terminen en el primer trimestre del 2024. Con esta promoción, Barcelona amplía su oferta de vivienda pública de alquiler y asequible y suma ya 9 promociones de vivienda industrializada pública.

Viviendas con el mínimo impacto medioambiental

Con un método de obra tradicional, un edificio de las características de la promoción de la calle Pallars podría tardar hasta dos años en construirse. Con el nuevo sistema industrializado de piezas prefabricadas el plazo de construcción puede reducirse a poco más de un año. De hecho, cada una de las siete plantas se podría levantar en una sola semana.

Es una técnica de construcción, por lo tanto, innovadora, barata, ecológica y rápida. Este modelo sostenible, por otro lado, minimiza el impacto en el entorno, causando menos ruido y menos polvo y disminuye el consumo energético y las emisiones de CO2.

Las promociones con madera -como esta de 42 nuevas viviendas en Sant Martí- son la evolución de la primera apuesta de la ciudad por crear viviendas con el mínimo impacto medioambiental, los APROP (Alojamientos de Proximidad Provisionales que se construyen a base de contenedores marítimos reciclados. Este modelo de pisos de estancia temporal sostenibles y de calidad funciona con éxito en otras ciudades como Londres, Ámsterdam o Copenhague.