La aerolínea Ryanair, finalmente, tendrá que pagar más de 125.000 euros en forma de indemnizaciones a los afectados por las huelgas en el verano de 2018. Así lo ha confirmado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), encargada de llevar a cabo la denuncia contra la compañía aérea.

Después de cinco años, el Juzgado de lo Mercantil número uno de Madrid ha dado la razón a los demandantes, que recibirán una compensación total de 125.643,33 euros más los intereses moratorios legales. Esta cantidad se dividirá entre todos los afectados, por lo que recibirán unos 800 euros de media.

En el verano de 2018, miles de usuarios se vieron afectados por las huelgas de la compañía irlandesa, que provocó una gran cantidad de retrasos y cancelaciones. Ante la negativa de Ryanair de indemnizar a los consumidores, la OCU decidió llevar a cabo una acción judicial contra la aerolínea, para exigir el cumplimiento de la normativa legal. 

En 2020, después de varios intentos de acuerdos amistosos con Ryanair, la OCU presentó una denuncia, en representación de los intereses de 155 socios de la organización. En un comunicado, la entidad ha instado a la aerolínea a pagar "de manera voluntaria" y no obligar a los afectados a "acudir nuevamente a los tribunales para solicitar su ejecución".

El derecho de los viajeros ante un retraso o cancelación

La OCU, además, ha recordado que cuando se produce un retraso o una cancelación, se incumple el contrato, por lo que los viajeros tienen derecho a una compensación económica. La cuantía varía según la distancia y el destino. Por el contrario, la aerolínea solo tendrá que devolver el precio del billete si ha informado con la debida antelación o se demuestran "causas excepcionales" en una incidencia. 

La huelga convocada por los trabajadores de Ryanair en 2018, explica la organización, "no se puede considerar causa extraordinaria". La compañía aérea, por esta razón, debe indemnizar a los usuarios afectados por tales consecuencias.