El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) eleva ya a 31 el número de inmigrantes que han perdido la vida en lo que va de año intentando llegar en patera o cayuco a Canarias desde las costas de África; o lo que es lo mismo, un muerto cada dos días y 17 horas.

La cifra, facilitada a Efe por ACNUR en España, supera ligeramente a la que maneja la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también dependiente Naciones Unidas: 29 víctimas mortales desde el 1 de enero hasta el 25 de marzo.

En lo que va de año, en Canarias se tiene constancia de 19 de esas víctimas, bien porque sus cuerpos estaban en las pateras en el momento del rescate, bien porque murieron días después de llegar (el último caso, el de una niña de Mali el domingo pasado), o bien porque sus compañeros han declarado que perecieron en la travesía y fueron arrojados al mar.

A esas 19 personas, ACNUR y la OIM suman las entre diez y doce víctimas que provocó el naufragio de una patera en Dajla, la ciudad del sur del Sahara desde donde está saliendo la gran mayoría de los inmigrantes que intentan llegar a Canarias este año 2021, con un número inusualmente alto de mujeres y niños entre ellos.

ACNUR ya viene advirtiendo desde hace meses de que la Ruta Canaria, que el año pasado movió a 23.023 personas, se está convirtiendo en una de las más mortíferas del mundo, porque quienes se aventuran a ella se exponen a travesías que pueden superar los 1.000 kilómetros, con hasta 10 o 12 días a bordo de embarcaciones precarias, no preparadas para la navegación en océano abierto.

La OIM sostiene que 2020 se cerró con alrededor de 600 muertos en la ruta, un número que precisa que debe tomarse como una estimación mínima, porque reconoce hubo varios naufragios de los que no tiene datos.

Otras organizaciones elevan el balance de víctimas del año pasado por encima del millar: Caminando Fronteras lo sitúa en 1.851 personas; la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía habla en su último informe, publicado este lunes, de 1.239 fallecidos; y la Cruz Roja maneja un rango de mortalidad de la ruta de entre el 5 y 8 %, lo que aplicado a las 23.023 llegadas de 2020 arroja un rango de muertos de entre 1.151 y 1.841.