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Rafael Amargo, en libertad provisional hasta que se dicte sentencia

El bailaor se enfrenta a nueve años de cárcel por vender grandes cantidades de droga desde su casa. Las intervenciones telefónicas, que sus abogados han intentado impugnar, y el testimonio de la Policía Nacional son las principales pruebas.

12/4/24 - El bailaor Rafael Amargo, el productor Eduardo de Santos, el socio de Amargo, Miguel Ángel Batista, y el abogado de Amargo, Marcos García Montes, en la Audiencia Provincial de Madrid, a 8 de abril de 2024.
El bailaor Rafael Amargo, el productor Eduardo de Santos y el abogado de Amargo, Marcos García Montes, en la Audiencia Provincial de Madrid, a 8 de abril de 2024. Daniel González / efe

La Audiencia Provincial de Madrid ha decidido dejar en libertad provisional a Rafael Amargo, acusado de vender droga desde su casa, hasta que se conozca la sentencia. Hasta entonces, el bailaor tendrá la obligación de firmar en el juzgado cada 15 días.

Una vez acabado el juicio, ya a puerta cerrada, los magistrados han aceptado las peticiones de la defensa de Rafael Amargo y del productor Eduardo de Santos para que ambos quedasen en libertad sin medidas cautelares. Marcos García Montes, letrado de artista, ha dicho que su defendido está "encantado" con la decisión del tribunal y que confía en que la sentencia será absolutoria.

Antes de conocer esta decisión, Rafael Amargo ha hecho uso de la última palabra para decir que seguir en la cárcel podría ser "un peligro" para él, al estar en "un ambiente poco elegante y cómodo" que podría llevarle a consumir sustancias cuando lleva "cinco meses y medio sin tomar".

"Sería la destrucción para mi carrera, para mi familia y para mi superación", ha añadido, reconociendo que debió haber cumplido con la obligación de ir a firmar al juzgado para evitar su ingreso en la cárcel el pasado mes de noviembre. 

Nueve años de cárcel

Rafael Amargo se enfrenta a nueve años de cárcel por un delito contra la salud pública en cantidad de notoria importancia, al igual que su productor Eduardo de Santos al mantener la fiscal sus peticiones de condena.

Las intervenciones telefónicas y el testimonio de los investigadores de la Policía Nacional son la principal prueba de cargo que tiene la fiscal para sustentar su acusación. Los abogados del bailaor han intentado impugnar estas escuchas, un extremo sobre el que se pronunciará el tribunal en la sentencia.

Los investigadores y la Fiscalía de Madrid sostienen que Rafael Amargo y Eduardo realizaban "compras conjuntas" de droga destinadas a financiar la obra de Yerma, extremo que niegan los acusados porque, para ello, "se necesitarían como mínimo cien mil euros".

En su informe, la fiscal ha manifestado que el trasiego de personas en el piso de Malasaña de Amargo es acreditado por el testimonio de los agentes de la Policía Nacional, que han ratificado en el juicio que llamaba la atención "la actitud sospechosa de personas subiendo y bajando a los minutos".

La representante del Ministerio Fiscal ha mencionado las escuchas intervenidas entre agosto y noviembre de 2020 en las que se habla de cantidades de droga que sobrepasan el autoconsumo –y que determinan la notoria importancia penado de entre seis a nueve años de cárcel– citando una conversación en la que una persona le pide unas 500 pastillas y otra en la que Amargo afirma que quiere un kilo de metanfetamina.

"Han intentado matarme con este juicio"

Rafael Amargo ha afirmado que a su casa "no ha ido nadie en la vida a comprar (droga)" y que no usaba mulas para mover la droga, con frases como "eso es totalmente incierto" o "totalmente falso".

"La estrategia era que yo dejase de trabajar, y que me declarara narcotraficante, y eso no va a pasar", ha afirmado Amargo sobre la investigación a la que fue sometido, destacando que él se enteró de su detención "por la prensa" y antes de que le arrestaran, justo antes del estreno de Yerma.

"Han intentado matarme con este juicio", ha dicho durante su declaración, en la que ha dejado claro que no tiene necesidad, gracias a su familia y a sus amigos, "de dedicarse a otra cosa" que no sea a lo que se ha dedicado toda la vida, "las artes escénicas".

Ha defendido que "el trasiego" de personas del que habla la Policía se debía a que ensayaba en su casa, y que la conversación sobre el alquiler de un trastero era porque "necesitaban un lugar para lavar la ropa de los espectáculos". También ha afirmado que la balanza que se le intervino al ser arrestado la llevaba para pesar la droga que compraba para él.

En las conclusiones finales, la Fiscalía ha mantenido su petición de pena para los acusados, mientras que la defensa de Amargo ha dicho que "no admite más que la absolución" pero, si el tribunal viese culpabilidad, tendría que ser con eximente por consumo de droga.



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