El mercado de la vivienda en Catalunya sigue ofreciendo dos caras contradictorias. Por un lado, la edificación de viviendas nuevas ha repuntado un 40% en Catalunya, convirtiéndose en el mejor dato de la última década. Por otra parte, diferentes estudios e informes sectoriales de carácter transversal constatan y reafirman que la crisis de la vivienda se está consolidando como un problema social. Esto cronifica la precariedad e incrementa la pobreza frente a la subida exponencial del precio del alquiler y el estancamiento de la renta disponibles para los ciudadanos. 

Ante este escenario, las entidades de defensa de los inquilinos y por el acceso a la vivienda, reclaman soluciones imaginativas, que vayan más allá de destinar fondos económicos al ámbito constructor. Desde el Col·legi Oficial d'Arquitectes de Catalunya (COAC), que recientemente ha presentado su memoria anual, se reivindica agilidad en la concesión de licencias para disponer de más pisos habitables. 

En los primeros seis meses de 2024, el sector de la construcción presenta un crecimiento positivo en superficie visada en Catalunya, cerrando el semestre en 2.603.821 m2 visados, un 14,8% más respecto al mismo período de 2023. De esta forma, se cierra un tercer semestre seguido de crecimiento positivo, llegando a superar así las cifras semestrales anteriores a la pandemia.

El aumento de la superficie visada responde en gran medida al crecimiento de viviendas de nueva creación. Según las estadísticas del Colegio de Arquitectos catalán, durante el primer semestre de 2024 se han visado 10.394 viviendas nuevas en Catalunya, un 40% más que el mismo período del año anterior. Se trata de la mayor cifra semestral en número de viviendas de nueva creación visada en la última década. 

Paralelamente, los arquitectos lamentan su retroceso en la rehabilitación. Así, el colectivo recuerda que después de tres semestres de crecimiento, la superficie de reforma y rehabilitación visada en Catalunya sufre un ligero descenso del 1% en relación al primer semestre del pasado año. En su análisis, la entidad cree que "estos datos acusan el poco impacto de los programas de impulso a la rehabilitación financiados a través de los fondos europeos Next Generation". 

Fórmula sostenible

Hasta junio, se han dado unos 10.400 visados ​​para viviendas, lo que supone un 40% más que el año anterior. Tal y como explica Sònia Oliveras, la directora general del Colegio de Arquitectos de Catalunya, estas son cifras de récord si se revisan los últimos 10 años. A pesar de los buenos datos en construcción, donde queda trabajo por hacer es en la rehabilitación.

Desde el COAC alertan de que hace años que la cifra está estancada, y este último año ha bajado un 1%. Desde el Colegio, se asegura que es la asignatura pendiente y la forma más sostenible de abordar la vivienda. Asimismo, el colegio quiere incidir en las dificultades en recibir licencias. Afirman que la espera media es ya de siete meses y medio, cuando la recomendación es de tres. "Hay fórmulas de colaboración público-privada que podrían ayudar mucho a mejorar y aliviar estos trámites que tienen un fuerte impacto para la economía del país", señalan.

Por su parte, el Consell del Treball, Econòmic i Social de Catalunya (CTESC) alerta de que la vivienda es el "principal problema social" de Catalunya y pide acciones para facilitar la situación actual, en la que la renta media por hogar ha crecido un 4,5%, mientras que el precio de los contratos nuevos ha subido un 7,1%. En su última memoria publicada a principios de este mes, el organismo muestra "preocupación por la contracción del mercado inmobiliario a pesar del aumento en el número de hogares". 

El CTESC cree que el Govern de la Generalitat debería mantener el esfuerzo inversor, pese a la menor disponibilidad de fondos europeos, destinando 1.000 millones de euros a políticas de vivienda. El organismo alerta de que las condiciones básicas de acceso a la vivienda empeoran, al tiempo que los mercados inmobiliarios residenciales se están contrayendo.

Por el contrario, los de alquiler de temporada y turístico van al alza. Además, denuncian que el parque de vivienda destinado a políticas sociales es todavía "muy reducido" y sólo ha crecido en 1.200 unidades en un año, lo que provoca que no cause "el impacto necesario" para enmendar la situación. 

Redefinir el urbanismo

Aparte de la construcción de vivienda de protección oficial, el CTESC propone la promoción de oficinas en viviendas, la creación de terreno urbanizable a través de la recalificación y el aprovechamiento del suelo dotacional, que se destina a servicios para el municipio, además de redefinir la densidad urbanística. 

Ha habido ya algunos anuncios recientes, como permitir que las comunidades de vecinos puedan vetar los pisos turísticos y el compromiso del alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, de acabar con las más de 10.000 viviendas de esta tipología contabilizadas en la capital catalana. No obstante, desde el Sindicat de Llogateres, una de sus portavoces, Carme Arcarazo, advierte de un fenómeno registrado en los últimos años.

"Existe un crecimiento sin techo del alquiler de temporada, con contratos de corta duración de como máximo un año, y que permiten eludir la regulación de precios". De esta forma, añade que "se está provocando una fuga desde el alquiler convencional con contratos a cinco años al de temporada de sólo uno".

A pesar del incremento en la cifra de viviendas visadas por los arquitectos, lo que en un primer momento podría estabilizar los precios, la falta de regulación provoca la aparición de plataformas especializadas, que desvían pisos destinados inicialmente a los residentes, que acaban formando parte de viviendas turísticas. De hecho, algunos expertos auguran que, aunque se visiten más pisos, se agilicen las licencias y se construya más, el problema persistiría si no se obliga a excluir a un gran número de construcciones del mercado de la vivienda turística.