El Ayuntamiento de Gijón ha celebrado este miércoles una concentración y minuto de silencio delante de su sede para condenar el asesinato de Olivia, una niña de seis años cuyo cadáver fue encontrado en la cama junto a su madre, quien permanece detenida acusada de haber matado a su hija.

La concentración en Gijón se suma a otras dos que se produjeron este pasado martes en Segovia, ciudad en la que reside el padre de la pequeña, y en el pueblo de Torrecaballeros, localidad segoviana de la que es originaria la familia paterna y en la que la niña fue enterrada.

La madre de Olivia ha sido enviada a prisión provisional, comunicada y sin fianza. La presunta autora de la muerte de su hija fue detenida en la madrugada del lunes después de que el padre de la menor no pudiese contactar con ella.

El padre había conseguido la custodia en los tribunales justo el viernes anterior tras una larga batalla judicial, de la que ha trascendido que la madre había denunciado al padre en diversas ocasiones por violencia de género e incluso por presuntos abusos a la niña y el padre también había interpuesto varias denuncias contra ella. Tras el aviso del padre, agentes de la Policía Nacional entraron en el domicilio de la madre en Gijón y allí encontraron el cuerpo de la menor sin vida en una cama y a su madre estaba acostada a su lado. La madre fue detenida y trasladada al hospital, donde ha estado ingresada hasta este miércoles.

La muerte de Olivia ha llegado este miércoles al Congreso y a la sesión de control del Gobierno. Irene Montero, ministra de Igualdad, ha respondido a las críticas que ha recibido por parte de la ultraderecha política y mediática por no condenar, según los críticos, con la suficiente prontitud el asesinato de Olivia al ser la madre la asesina.

Montero ha trasladado su "respeto y cariño" a la familia y al padre de la niña y ha pedido que no se utilice políticamente el dolor de las víctimas. "Dejemos de alimentar esa crueldad que supone enfrentar a las víctimas y usar su dolor políticamente", ha subrayado Montero preguntada por esta cuestión en los pasillos del Congreso después de que tanto Vox como Ciudadanos se mostraran convencidos de que no habría tardado en condenar el asesinato si el presunto culpable del crimen fuera el padre.