Una vez más, los focos estaban puestos este 2 de abril en La Bankarrota. El centro social okupado en un antiguo local de Bankia se enfrentaba de nuevo a una orden de desalojo después de que el pasado 20 de marzo se paralizara la acción policial que pretendía acabar con el funcionamiento del centro. 

Cómo ya ocurriera en el anterior desalojo, Público se trasladó a la zona para dar cuenta del movimiento vecinal que apoya a La Bankarrota y que ya logró en anteriores ocasiones frenar el desahucio. Sin embargo, en esta ocasión, la Policía no permitió a la prensa acercarse al local donde había un amplio despliegue de agentes y varios vehículos policiales. 

El equipo de Público se encontraba en un punto alejado de la "zona de seguridad" desde el que se podía ver la actuación policial para efectuar el desahucio. Sin embargo, minutos después otro agente solicitó al reportero alejarse de esa posición, impidiéndole tener un ángulo de visión del operativo. Algo que no ha permitido que se pueda informar de manera adecuada.

Finalmente, el desalojo se ha producido sin sobresaltos, aunque lo cierto es que el procedimiento no ha sido el habitual: en ningún momento el colectivo recibió la notificación con la nueva fecha de desalojo, según el abogado de guardia Karim Benamar. 

Durante nueve años este centro social ha dado casa a diversos colectivos del distrito y movimientos sociales de todo Madrid. Ante la amenaza inminente de lanzamiento La Bankarrota convocó la defensa del espacio desde las ocho de la mañana con intención de defenderlo hasta el final.