El Salón Erótico de Barcelona (SEB) ha publicado este jueves el vídeo promocional de su nueva edición, que se celebrará del 4 al 7 de octubre en el Pabellón Olímpico del Vall d’Henbron. En él pone el acento en la falta de educación sexual y carga contra los jueces del caso de La Manada.

Un 'spot' que ha llegado con polémica, como ya es habitual con los vídeos promocionales del SEB, y que denuncia que "en una sociedad sin educación sexual el porno es tu libro de instrucciones”.

En el vídeo, dirigido por Carles Valdés, la directora del SEB, Silvia Rubí, va mostrando diferentes escenas, como una mujer borracha o varios hombres acorralando a otra.

“El porno más machista seguirá siendo la única clase de educación sexual a la que asistirá tu hijo. Y mientras siga así seguiremos fabricando violadores en manada”, asegura en clara referencia al caso de 'La Manada'. Y continúa: “Seguiremos acumulando minutos de silencio y seguiremos estando en manos de jueces que crean que una violación es un jolgorio sexual. En una sociedad sin educación sexual era obligatorio que el porno cambiara”. El vídeo termina con un mensaje sobreimpresionado: “Ahora mandamos nosotras”.

Desde la organización del Salón aseguran que “ya iba siendo hora de tomar cartas en el asunto”.

“Como punto de encuentro de la industria, queremos liderar un cambio en el sector. Un cambio real para hacerlo más responsable y más igualitario. Un cambio que comienza en la edición de este año, liderada por mujeres en todas las áreas creativas”, añaden.

Debate en las redes

El vídeo llega el año en que millones de mujeres salieron a la calle, el pasado 8 de marzo, para demostrar que “si ellas paran, se para el mundo” y para denunciar casos de maltrato y violaciones contra las mujeres, como el de La Manada, o los casos de abusos sexuales denunciados por el movimiento #MeToo.

En las redes se ha generado un debate entre los que aplauden el mensaje de más educación sexual y piden que la industria del porno cambie, frente a los que consideran que el porno no tiene la obligación de educar y que se circunscribe al ámbito de la “fantasía”. Tampoco faltan los que apuntan a la contradicción de que sea un evento que promociona la pornografía el que difunda este mensaje: