La Audiencia Provincial de Madrid juzgará a partir del próximo martes al hombre acusado de asesinar a puñaladas a su mujer de 75 años en Fuenlabrada. La Fiscalía pide 14 años de cárcel por el homicidio.

El crimen por el que será juzgado Benjamín S.S. ocurrió el 26 de febrero de 2020. Una mujer alertó a la Policía Nacional de que una vecina había ido a su casa pidiendo ayuda ensangrentada, con puñaladas en el pecho.

Cuando llegaron los agentes, Manuela, la víctima, se encontraba tirada en el rellano de la escalera del edificio, sangrando abundantemente y con una puñalada en el cuello y otra en el tórax. A la llegada de los sanitarios ya había entrado en parada cardiorrespiratoria, que consiguieron revertir. Sin embargo, cuando ya estaba en la ambulancia camino del hospital volvió a sufrir un paro cardiaco y murió al llegar al hospital.

La Policía Nacional desde el primer momento consideró que se trataba de un caso de violencia machista.

Ahora la Fiscalía considera probado que el procesado discutió con su esposa en el salón de la vivienda familiar y que el acusado empuñó un cuchillo de cocina y se abalanzó sobre la mujer "con la voluntad de clavárselo", y ella, al intentar protegerse, cogió el cuchillo, "agarrando el filo", lo que le ocasionó heridas en la mano.

Durante el forcejeo entre ambos, el acusado propinó a su pareja un golpe con el cuchillo en la cara y le asestó una cuchillada que le alcanzó en el dorso de su mano. Pese a intentarlo en varias ocasiones, la víctima no consiguió librarse de su agresor, y este "con el propósito de acabar con la vida" de ella, le asestó tres puñaladas en el tórax y abdomen, penetrando dos de las cuchilladas en la cavidad torácica y abdominal con perforación del hígado, pericardio y diafragma. Fue entonces cuando la mujer salió de su vivienda solicitando auxilio y después cayó desplomada al suelo en el descansillo.

Por ello, el Ministerio Público pide para el procesado los 14 años de cárcel por un delito de homicidio con las agravantes de parentesco y abuso de autoridad, además de libertad vigilada durante siete años tras cumplir esa condena, participar en un programa formativo de violencia de género y que indemnice con 22.500 euros a cada uno de los hermanos de la víctima.