Los migrantes en Libia sufren abusos que alcanzan extremos de esclavitud sexual y tortura sistemática. Así lo ha determinado este lunes una misión de investigación de la ONU sobre las violaciones de los derechos humanos en el citado país. 

Dicha misión ha responsabilizado a la Unión Europea de "facilitar" la comisión de parte de esos crímenes al financiar entidades que efectúan retornos forzosos a Libia de migrantes interceptados en el Mediterráneo.

"El apoyo de la Unión Europea a la Guardia Costera Libia en términos de retornos forzosos y de interceptación lleva a violaciones de los derechos humanos. No se puede devolver a personas a áreas que son inseguras y las aguas de Libia son claramente inseguras para los migrantes", ha explicado el miembro de la misión, Chaloka Beyani.

La Dirección para el Combate de Migración Ilegal, que también ha recibido recursos de la UE, "es igualmente responsable por multitud de crímenes contra la humanidad en los centros de detención que opera", ha añadido.

Y es que según el último informe de la mencionada misión de investigación de la ONU, "hay abundante evidencia de que [los migrantes] han sido sistemáticamente torturados" en Libia.

Sin ir más lejos, este fin de semana –tal y como denuncia la organización humanitaria SOS Méditerranée– los guardacostas libios amenazaron con armas de fuego a los tripulantes del barco de rescate Ocean Viking para evitar el rescate de 80 personas en aguas internacionales.

Desde la Fundación porCausa señalan que esta última investigación llevada a cabo por la ONU en Libia "constata" lo que numerosas organizaciones vienen denunciando de un tiempo a esta parte, a saber; que "las autoridades de Libia cometen crímenes de lesa humanidad contra las personas migrantes y sus propios ciudadanos con el patrocinio y conocimiento de la Unión Europea".

Además, tal y como han apuntado este lunes en rueda de prensa los responsables de la investigación, hay razones suficientes para creer que las mujeres migrantes también han sido víctimas del crimen contra la humanidad de esclavitud sexual.

Los migrantes en general son un grupo extremadamente indefenso en Libia, a donde llegan desde varios países de África subsahariana y esperan la ocasión para intentar llegar a Europa por vía marítima.

En el contexto de esas detenciones, el informe menciona a entidades estatales como la encargada de combatir el crimen organizado y el terrorismo (DACOT), las fuerzas armadas árabes de Libia (LAAF), la agencia de seguridad interna (ISA) y el aparato de apoyo a la estabilidad (SSA), así como sus correspondientes líderes, "a los que se encontró repetidamente vinculados con violaciones y abusos".

En Libia, un país sumido en el desgobierno –con dos facciones políticas rivales que detentan el control y ejercen su poder en un país divido–, la esclavitud, el trabajo forzado, el encarcelamiento, la extorsión y el tráfico de migrantes vulnerables genera "ingresos significativos para ciertas personas, grupos o instituciones estatales", ha denunciado la misión.

No es la primera vez que este tipo de prácticas se denuncian. Un informe de Amnistía Internacional fechado en septiembre de 2020 alertaba de que decenas de miles de personas refugiadas y migrantes en Libia se encuentran "a merced de un círculo vicioso de crueldad, con posibilidades escasas o nulas de encontrar vías seguras y legales que les permitan salir de esa situación".

Tampoco es la primera vez que la ONU critica a la Unión Europea por su política de devoluciones irregulares de migrantes a Libia. Ya en mayo de 2021 un duro informe del Alto Comisionado para los Derechos Humanos responsabilizaba a Bruselas de miles de muertes "evitables" en el mar. En él, se instaba a la Unión Europea a que revisara su estrategia de devolución al "poner en riesgo la vida" de los migrantes.

"Los valores de la Unión Europea están en peligro"

Según la Fundación porCausa, "los valores de respeto a la dignidad humana, la democracia y la libertad sobre los que se construye la Unión Europea están en peligro". Una situación que, según la organización sin ánimo de lucro, tiene unos claros responsables: "Quienes gobiernan Europa usan el dinero de los contribuyentes para armar a los guardacostas libios y erigir cárceles de migrantes que son agujeros negros de los derechos humanos". 

Se trata, a fin de cuentas, una "ecuación sin sentido" en la que, afirman desde la Fundación, perdemos todos: "Personas migrantes, ciudadanía libia y sociedades de acogida en Europa –cada vez más envejecidas y cerradas en sí mismas–, mientras un grupo reducido de autócratas y multinacionales ganan mucho dinero e impunidad".