En España, el hielo es un bien muy preciado, ya que los supermercados limitan la cantidad que se puede comprar y los bares se quedan sin cubitos para las sangrías y los cócteles debido a las olas de calor y a los altos precios de la energía.

A principios de año, los fabricantes de hielo se abstuvieron de producir sus reservas habituales debido a la subida de la factura eléctrica y a la incertidumbre sobre la demanda estival tras la pandemia de COVID. Pero el turismo se ha recuperado coincidiendo con uno de los veranos más calurosos que se recuerdan en España, y es probable que esta semana se declare la tercera ola de calor consecutiva.

Las temperaturas abrasadoras, junto con el resurgimiento de la vida social en ciudades y pueblos de todo el país, hacen que el hielo tenga una gran demanda. Ricardo Blasco, propietario de uno de los fabricantes de hielo más antiguos de Madrid, Blasco Ice, dijo que sus facturas de electricidad han aumentado entre un 50% y un 60% desde principios de este año y que había retrasado el inicio de la producción de marzo a mayo para compensar en parte el aumento de los costes.

Su fábrica funciona 24 horas al día, siete días a la semana, pero no puede aumentar más la producción. Blasco afirma que la preocupación por defraudar a los clientes que llaman a diario para pedir más le quita el sueño.

"Es complicado vivir con un agobio de no poder servir a todos ni si quieres", dice. "Por lo demás, realmente hacemos todo lo que podemos".

Las estanterías vacías de los supermercados donde deberían estar las bolsas de hielo son ya habituales en toda España, y los consumidores recurren a las gasolineras y a las tiendas de barrio más pequeñas para abastecerse.

Mercedes Nieto, propietaria de un bar en el moderno barrio madrileño de Chueca, dijo que cuando su distribuidor habitual se quedó sin hielo buscó más en una tienda china local que había subido los precios, y también en los supermercados, pero se habían agotado. "Si esto sigue así nos vamos a ver con verdaderos problemas para mantener abierto un local de bebidas", dijo a Reuters mientras mezclaba mojitos.

Algunos supermercados, incluido el mayor minorista de España, Mercadona, han limitado la venta a cinco bolsas por persona. Otra cadena, Consum, sólo permite dos.

Un portavoz de Mercadona dijo que el aumento de la demanda estaba provocando un acaparamiento masivo de hielo.