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Nueve de cada diez pardelas en Canarias tienen plástico en el estómago

Un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria demuestra que aves marinas como la pardela atlántica, la gaviota patiamarilla o el paíño de Madeira ingieren grandes cantidades de plástico.

Imagen de archivo de una pardela
Imagen de archivo de una pardela. PIXABAY

Las aves marinas de Canarias como la pardela atlántica, la gaviota patiamarilla o el paíño de Madeira ingieren grandes cantidades de plástico, según ha demostrado un equipo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). El caso de la pardela es uno de los más extremos, ya que estos científicos han podido observar que 9 de cada 10 ingieren este material.

Después de haberlo encontrado en los estómagos de cetáceos, tortugas, peces e, incluso, medusas, a los científicos que estudian este tipo de contaminación en Canarias no les ha extrañado que las aves marinas tampoco se libren de la plaga del plástico. Las poblaciones de estas aves se han reducido un 70% desde 1950 y en la actualidad se considera que el 28% de todas sus especies está amenazada.

El estudio de la ULPGC, publicado en SSRN, la plataforma de prepublicación de una de las editoriales científicas más importantes, Elsevier, versa sobre cómo afecta la enorme cantidad de plástico que arrastra la Corriente de Canarias (se calcula que hay un millón de fragmentos por kilómetro cuadrado, solo en superficie) a estas islas. La pardela atlántica, la gaviota patiamarilla o el paíño de Madeira tienen en las Canarias un punto clave en su reproducción y en sus migraciones.

Tenían plástico en el estómago el 100% de los paíños, el 88% de las pardelas y el 35% de las gaviotas del estudio

Para llegar a sus conclusiones se analizaron 88 aves de 14 especies diferentes que murieron de 2020 a 2021 en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Gran Canaria, bien por los problemas que presentaban, o bien porque las sacrificaron al considerarlas irrecuperables y de imposible devolución al medio natural.

En la muestra del estudio abundaban tres especies en particular: la pardela atlántica (Calonectris borealis, 45 ejemplares), la gaviota patiamarilla (Larus michaellis, 20) y el paíño de Madeira (Oceanodroma castro, 5). Y son justo las tres que presentan mayor proporción de ejemplares con plástico en el estómago: el 100% de los paíños, el 88% de las pardelas y el 35% de las gaviotas.

La media de fragmentos de plástico en el aparato digestivo de cada pardela afectada (40 de las 45) fue de siete, en su mayoría trozos de sedal de pesca (73% de los casos), con un ejemplar en cuyo estómago se recuperaron 23 plásticos. Los paíños y las gaviotas presentaban casos similares.

Las aves pudieron ingerir esos fragmentos de plástico y de líneas de pesca tanto por equivocación como al comer peces que los habían ingerido antes que ellas. Debido al desconocimiento del origen del consumo de estos plásticos, los científicos subrayan que hay que investigar si los plásticos están transfiriendo contaminantes químicos a lo largo de toda la cadena alimentaria, "puesto que la ingestión de plástico ocurre prácticamente desde la base".

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