El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha reunido con su homólogo marroquí en Rabat, Abdeluafi Laftit, donde ha afirmado que los dos países y la UE están trabajando para "hacer frente a las mafias ilegales y al uso de la violencia contra nuestras fronteras".

La reunión tiene lugar dos semanas después de la masacre en la valla de Melilla, en la que murieron al menos 23 migrantes (más de una treintena según las ONG). Es la primera desde la crisis bilateral que superaron el pasado marzo. El viaje ha sido programado específicamente para esta reunión celebrada en el Ministerio del Interior marroquí y en la que participaron la comisaria de Asuntos de Interior de la Unión Europea, Ylva Johansson, y los embajadores de España y la UE en Marruecos, Ricardo Díez Hochleitner y Patricia Llombart.

Marlaska ha aprovechado la reunión para cerrar filas con Marruecos y la UE, además de elogiar la actuación del país magrebí en la masacre de Melilla a pesar de las imágenes publicadas en exclusiva por Público: "Marruecos está realizando un trabajo de contención de la migración irregular que debe ser reconocido".

El ministro de Interior fue consultado sobre posibles nuevos intentos de cruzar la valla de Melilla y sobre la actuación de la policía de Marruecos, a lo que Marlaska ha respondido que el encuentro tenía como finalidad "evitar cualquier otro asalto violento a las fronteras de la UE, que son las españolas también, en Ceuta y Melilla".

Marlaska fue consultado sobre si en la reunión Marruecos había pedido más dinero para hacer frente a la migración, pero el ministro del Interior ha defendido que el país magrebí "es un socio leal y fiable tanto de España como del conjunto de la Unión Europea, y lo único que reclama Marruecos es mayor coordinación y cooperación".

"Estamos en esa mayor cooperación y coordinación, es un socio absolutamente fiable, importante y relevante para le UE, mantenemos unas relaciones directas y comprometidas ambos en mejorar la calidad y la seguridad de nuestras respectivas sociedades", ha incidido Marlaska.

Sobre los migrantes que murieron durante la masacre de Melilla, el ministro del Interior se ha remitido a que tanto Marruecos (por parte del organismo oficial de derechos humanos CNDH) como España (por la Fiscalía) tienen investigaciones abiertas para avanzar en el proceso de identificación de cadáveres.

En un comunicado difundido tras la reunión, el Ministerio del Interior ha confirmado el acuerdo para impulsar una colaboración entre Marruecos y la UE para "hacer frente a los nuevos métodos operativos utilizados por las organizaciones criminales que se dedican al tráfico de seres humanos".

También añade que los asistentes han mostrado su pesar por las muertes de los migrantes tras el salto masivo, en unos sucesos que "pusieron a prueba los dispositivos tradicionales de lucha contra el tráfico de personas y demuestran la extrema peligrosidad de las redes de trata de personas y los riesgos que están dispuestas a generar".

El acuerdo de cooperación incluye el apoyo a la gestión de fronteras, el refuerzo de la cooperación policial con investigaciones conjuntas, la sensibilización frente a los peligros de la migración irregular así como el fortalecimiento de la cooperación con las agencias de la Unión Europea. Así como unos mecanismos que "permiten atajar en origen el 40% de movimientos de migratorios irregulares, lo que también conlleva 40% menos de vidas que se ponen en riesgo en travesías".