"Los clientes entraban en la habitación, se desnudaban y me pedían cosas que yo no quería hacer; me sentía sucia". Cristina, de Rumanía, es una superviviente de trata que vino a España engañada por sus propias hermanas. Un día decidió dar el gran paso: se escapó del cuarto en el que la tenían encerrada y acudió a Comisaría para denunciar a su familia. Entonces fue respaldada por APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer) y ahora ha podido trabajar para reconducir su vida.

Mabel Lozano ha presentado este martes #Exit, su nueva campaña por la lucha contra la trata -ese "grandísimo negocio que se lucra de los seres humanos, de su vulnerabilidad, de las mujeres y niñas más pobres"-, que incluye seis minutos de desgarradores testimonios en primera persona de supervivientes de trata. Sus protagonistas son ocho mujeres de diferentes nacionalidades que, víctimas del miedo y del silencio, comparten un mismo pasado que todas ellas querrían olvidar.

Ahora, Carolina (Venezuela), Daniela, Julia (Brasil), Carmen (República Dominicana), Happy, Lovet (Nigeria), Liliana (Paraguay) y Cristina (Rumanía) tienen un trabajo que consideran digno y en el que nadie les obliga a hacer nada que no quieran. Estas ocho mujeres forman parte del equipo técnico de APRAMP y ahora se dedican a rescatar a las mujeres que están en la calle, en la situación de la que a ellas les costó tanto salir: "A mí me ha pasado, puedes confiar".

"La trata es violencia de género, aunque no se reconozca"

España es uno de los principales países de destino y tránsito de Europa de las víctimas de trata, según Naciones Unidas. Durante el año pasado, se detectaron 12.419 personas en riesgo de ser víctimas de trata con fines de explotación sexual, pero sólo se llegó a identificar a 591, nueve de ellas menores de edad, según el balance del Ministerio del Interior. En estas operaciones, fueron detenidos 348 traficantes, principalmente procedentes de Rumanía, Nigeria y China.

Hasta el año 2010 la trata de personas no era considerada un delito en nuestro país y el primer Plan Integral contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual comenzó a aplicarse en 2009. Mabel Lozano denuncia que la legislación establecida no es suficiente: "Está claro que hay que perseguir el crimen, pero por encima de todo hay que proteger a las mujeres y cubrirlas de derechos, denuncien o no".

Mabel Lozano presenta #Exit, su nueva campaña por la lucha contra la trata. APRAMP

"La trata es una forma de violencia de género, aunque no se reconozca; es un delito que vulnera los derechos humanos", denuncia la activista, que reclama la necesidad de herramientas para dotar de derechos a las víctimas y supervivientes. "Que tengan un trabajo digno es esencial, ¿dónde están las alternativas reales para esas mujeres?", demanda.

Lozano niega la voluntariedad en cualquier ejercicio de la prostitución: "Ninguna prostituta me ha dicho que lo haga porque quiera. Cuando hablamos de voluntariedad, lo que hay detrás es precariedad, necesidad, un contrato absolutamente desequilibrado entre una persona que explota y otra que tiene necesidades". "¿Qué voluntariedad hay en una toxicómana o en una madre de cinco hijos que no tiene dinero para darles de comer?", reclama la directora.

El cine, "una herramienta transformadora para educar"

Mabel Lozano utiliza el cine como una herramienta transformadora para educar y transmitir realidades complejas. "Los jóvenes no saben absolutamente nada del delito que supone la trata de personas y encima lo relacionan con el ocio", afirma la activista toledana. Su campaña #Exit pretende llegar a ellos, como nativos digitales, a través de un lenguaje que es fácil de comprender para ellos.

No es la primera vez que la actriz española emplea el cine para denunciar este crimen social. En 2015 presentó el documental Chicas Nuevas 24 Horas, que fue nominado a los Premios Goya en 2016.

El 18 de septiembre la activista toledana presentará la primera App sobre la trata, que define como "un videojuego lleno de aventuras y de emoción, a través del cual los jóvenes se pondrán en la piel de Happy, una nigeriana de 19 años" y cuya experiencia tendrán que seguir a través de la App: sus orígenes en África, su viaje en patera hasta España y sus vivencias en este país.