El Día D ha llegado para Josep Miquel Arenas, más conocido como Valtonyc. La Justicia belga decide este martes si entrega a España al rapero mallorquín al que la Justicia española reclama después de refugiarse en el país europeo en mayo de 2018 tras ser condenado por amenazas, enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona unos meses antes.

El caso Valtonyc entra en su fase final y se espera que en esta vista el Tribunal de Apelación de Gante resuelva de una vez su posible extradición a España, después de tres años en Bélgica. El rapero huyó de España en mayo de 2018 tras ser condenado por la Audiencia Nacional por delitos de enaltecimiento del terrorismo a dos años de cárcel y a un año y medio más por injurias a la Corona, una sentencia dictada por presuntos delitos cometidos entre 2012 y 2013 y posteriormente confirmada por el tribunal Supremo español. Su entrega ya fue rechazada por la Justicia belga en primera instancia hace tres años.

El proceso también se demoró más de un año en segunda instancia. El Tribunal Constitucional belga declaró en octubre, tras la consulta del juez de Gante, que la ley belga de 1847 que protege la figura del monarca es inconstitucional al considerar que colisiona con la libertad de expresión. 

Este fallo del Constitucional belga fue celebrado como un triunfo por los abogados de Valtonyc, que lo consideraron un espaldarazo a su caso y señalaron que su situación puede acabar impulsando cambios legales en el ordenamiento jurídico de Bélgica.

Sea cual sea la decisión, tanto la Fiscalía como la defensa aún pueden recurrir la sentencia y agotar la vía legal acudiendo al Tribunal de Casación, que estudiaría cuestiones formales durante el proceso judicial sin entrar al fondo de la cuestión.

Durante todo el proceso, la defensa de Valtonyc se ha mostrado segura de que siguiendo los estándares europeos no hay margen para que su cliente sea entregado a España, si bien en la última vista, cuando se fijó la fecha del 28 de diciembre, expresaron el deseo del rapero de que, en caso de ser extraditado por el delito de amenazas, se le deje cumplir condena en Bélgica.

Según explicó en febrero de 2021 en una entrevista en Público, el deseo de Josep Miquel Arenas es regresar a su casa. A su tierra. A Mallorca. Pero en libertad. Sin el riesgo de ser detenido y encarcelado.