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Un hotel de cuatro estrellas de Madrid capital se ha convertido durante cerca de dos meses en un hogar para personas sin techo con síntomas leves de coronavirus o en contacto con el virus que, tras su cierre a partir de este domingo, afrontan con incertidumbre su futuro.
Carlos (nombre ficticio), procedente de Honduras y sin hogar, estuvo ingresado en el Hospital Ramón y Cajal, donde le detectaron coronavirus. Después de recibir el alta estuvo viviendo en los huecos de diferentes cajeros de la ciudad hasta que fue derivado a este hotel medicalizado, que durante unos días ha sido además un hogar para él. "Me gustaría saber qué va a pasar conmigo ahora", dice.
El Hotel Holiday Inn Madrid-Las Tablas fue transformado por el Ayuntamiento de Madrid para acoger a personas sin hogar con síntomas leves de coronavirus o en contacto con el virus y ha sido gestionado por Cruz Roja Española.
Tras intensos días de trabajo desde que el 16 de abril abrió sus puertas con esta finalidad, el hotel cierra este domingo para recuperar su actividad original y ahora el Samur Social derivará a las personas sin hogar que permanecían allí a otros recursos del Ayuntamiento de Madrid.
Todo el hotel, que antes acogía principalmente a ejecutivos durante sus viajes de negocios, se ha convertido en un cuartel general contra el coronavirus.
En las entreplantas del edificio se habilitaron salas para diferenciar la parte sucia de la limpia (como se denominan las áreas donde está presente el coronavirus y las que no). En ellas los voluntarios y sanitarios se desinfectan para atender a los enfermos.
Una hilera de equipos de protección individual (EPI) en proceso de desinfección cuelga de una bañera, mientras en unas perchas en las que deberían ir las toallas se acumulan pantallas protectoras. Baños de hotel en los que se han improvisado salas de hospital.
María García Inés, de Cruz Roja, ha sido la encargada de coordinar este espacio "en el que cuidar y sanar" y reconoce que se siente "aliviada" por su cierre porque significa que "lo peor parece haber pasado".
Más de 220 personas se han alojado en este recurso, con tres perfiles diferentes: aquellos que presentaban síntomas de la covid-19; personas diagnosticadas con coronavirus, incluso hospitalizadas, que debían finalizar la cuarentena; y otras que habían tenido un contacto estrecho con el virus.
El dispositivo ha sido gestionado por un equipo multidisciplinar formado por trabajadores sociales y mediadores, psicólogos y un equipo sanitario especializado. Todo ello con la colaboración de hospitales y un fuerte refuerzo de los voluntarios de la ONG Cruz Roja.
En plena crisis sanitaria, es la primera vez que Adriana es voluntaria. Psicóloga de profesión y en paro, ha vivido de cerca la pérdida de un ser querido por el coronavirus y sentía agobio de estar "entre cuatro paredes" sin poder hacer nada por paliar las consecuencias de la pandemia.
Tanto ella como Alejandra, otra de las voluntarias de Cruz Roja en el hotel, reconocen que sienten "incertidumbre" por las personas que han estado alojadas aquí. "Sabemos que son personas en situaciones complicadas. Algunas son derivadas a otros recursos, pero otras, por las condiciones especiales que supone no tener hogar, los rechazarán y tendrán un futuro incierto", dice Alejandra.
Madrid mantendrá las 384 plazas de la campaña del frío en los albergues, que se han convertido en lugares de acogida par personas sin hogar las 24 horas del día.
Además pondrá en marcha 60 plazas más para personas sin hogar en pisos compartidos, el modelo al que quiere tender la capital, y otras 50 plazas en pensiones. También habilitará 30 plazas destinadas a mujeres sin hogar del programa No second night.
El objetivo del Ayuntamiento de Madrid es que quienes han estado acogidos y atendidos durante la pandemia no sigan en situación de calle y puedan adherirse a alguno de estos recursos.
"Algunas personas aceptaron los recursos que ofrecía el Ayuntamiento (durante la pandemia) por el miedo al contagio pero, una vez que sienten seguridad, prefieren seguir en su situación de calle", advierte Darío Pérez, jefe de Departamento del SAMUR Social del Ayuntamiento de Madrid, que recalca que el acceso a todos los recursos es voluntario.
Durante la pandemia, el Ayuntamiento de Madrid habilitó para personas sin hogar un pabellón del recinto ferial de Ifema que cerró a finales de mayo.
El recurso ideado durante la crisis sanitaria para personas sin hogar que sigue en marcha es el polideportivo Marqués de Samaranch situado en Arganzuela, con 150 plazas y que seguirá funcionando hasta julio para acoger a uno de los sectores de la población más vulnerables de la ciudad, con o sin pandemia
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