El mecanismo ibérico está empezando a hacerse notar en los precios del mercado mayorista. España y Portugal han conseguido distanciarse de Europa con precios muy por debajo de sus vecinos del norte, pero los datos de estos primeros quince días de funcionamiento no han estado a la altura de las proyecciones que el Gobierno realizó antes de la entrada en vigor. De hecho, la herramienta ha tenido un coste más elevado para los hogares españoles de lo esperado. Tanto es así que, el mecanismo de ajuste que los usuarios pagan a las plantas que funcionan con gas para que no produzcan a pérdidas ha estado en una media de 91 euros MW/h (megawatio/hora) durante esta primera quincena, frente a los 48 euros MW/h que pronosticaba el Ejecutivo.

De esta forma, los usuarios de tarifa regulada han pagado cerca de 443 millones de euros a las plantas de ciclo combinado con este ajuste de compensación, según los datos de Red Eléctrica Española (REE) y del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). Una cifra que casi duplica los 250 millones de euros de beneficios extraordinarios que han sido recortados en las dos primeras semanas de plan ibérico de la energía, según ha anunciado este jueves la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Este ajuste es un mecanismo que el Gobierno tuvo que desarrollar para conseguir el visto bueno de Bruselas a la activación de la excepción ibérica. Con él, los consumidores que se benefician del tope del precio del gas –los que disponen de una tarifa regulada– compensan a las centrales que producen electricidad con gas para evitar que lo hagan teniendo pérdidas. Este punto fue muy debatido con Bruselas, pues en un primer momento se había planteado que fueran las propias eléctricas quien pagasen el ajuste, pero finalmente se acordó que el pago fuera retribuido a través de las facturas de los hogares. 

Pese a ello, el mecanismo ibérico ha funcionado y ha amortiguado un alza de precios histórica. Aunque el Gobierno no ha detallado aún cuál ha sido la rebaja exacta, los datos diarios evidencian los efectos. Por ejemplo, el día 29 de junio el precio mayorista se situaba en los 193 euros MWh y, si el tope del gas no hubiera estado operativo, la factura habría ascendido hasta los 270 euros MWh. Esta tendencia se ha mantenido desde que comenzó a funcionar la reforma del Gobierno.

Aún así, los precios siguen en una escalada sin precedentes. La coyuntura de guerra en Ucrania es determinante para este proceso de encarecimiento, pero en el último mes se han unido otros factores, como las condiciones meteorológicas adversas de junio –una ola de calor que ha incrementado el consumo de energía por los aires acondicionados y ha reducido la generación de a través de eólica– y una reducción de la oferta estadounidense por una explosión en una de las grandes plantas gasistas del país. De hecho, aún funcionando el mecanismo ibérico, el mes se ha cerrado como el tercero con la factura de la luz más cara de la historia de España y con una subida del 162% respecto a 2021. La subida intermensual ha sido del 16%, según los datos de REE y OMIE.

Los precios consolidan una bajada frente a la media europea

El incremento de los precios, no obstante, podría haber sido aún peor si el Ejecutivo no hubiera conseguido activar junto a Portugal el tope del precio del gas. Así lo evidencian las comparaciones con el resto de países del viejo continente. Según ha informado este jueves Teresa Ribera en el Congreso, el coste mayorista de la luz ha estado respecto a los países europeos entre un 45% y un 55% por debajo. El jueves 30 de junio, por ejemplo, el precio del mercado mayorista en España llegó a estar en los 99,36 euros el MWh, mientras que en Francia, Alemania o Italia se superaba la barrera de los 400 euros el MWh. 

El Gobierno hace hincapié en que, pese a la coyuntura adversa, los precios de la península ibérica seguirán en los próximos meses por debajo de la media europea gracias a la reforma energética. Las estimaciones realizadas desde Transición Ecológica hablan de un próximo trimestre con una media de 149 euros MWh frente a los 343 euros que se proyectan en Alemania o los 723 euros de Francia, con serios problemas en sus centrales nucleares.