El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso corrobora por escrito su interés en el modelo sanitario británico como referencia para la Comunidad de Madrid. Así lo constata la respuesta que la gerencia de Atención Primaria, tal y como ha podido comprobar Público, ha dado a tres pacientes que han reclamado tras ser atendidos sin médico en diferentes servicios de Urgencias extrahospitalarias. Si bien este medio tiene constancia por diferentes organizaciones sanitarias que hay bastantes más casos.

"En algunos países, como Reino Unido, la atención a determinados procesos está organizada en centros atendidos exclusivamente por enfermeras", versa la contestación del SERMAS a una paciente, publicada en redes sociales por un médico de familia del centro de Miraflores de la Sierra. Una comunicación oficial, como ha podido corroborar este medio, que también se ha remitido a otros pacientes que han presentado más quejas en diferentes centros.

"Yo tenía una molestia muy fuerte en una pierna y, cuando acudí al centro de Urgencias de Rascafría para hacer una consulta, me encontré con la sorpresa de que no había médico", explica María José, otra paciente que también ha recibido el mensaje de la administración sanitaria. La ciudadana cuenta que la enfermera que le atendió acababa de ser reubicada en el centro y que lo único que le pudo sugerir fue desplazarse 60 kilómetros al centro de La Cabrera, donde intuía que podría haber un médico de familia que le atendiera.

En el caso de Javier Chico, la contestación de la Consejería se ha demorado hasta el 8 de febrero, tres meses más tarde desde que registrara su reclamación en la página de Reclamaciones, sugerencias y agradecimientos sobre asistencia sanitaria de la Comunidad de Madrid. Chico denunció que tras la reorganización de Urgencias era imposible saber si en el centro de San Agustín de Guadalix había un médico para atender a su hija.

Por su parte, la Consejería de Sanidad no ha desmentido la autenticidad de los documentos difundidos y ha subrayado que "el modelo de la Atención Primaria tiene que potenciar tanto el papel de la enfermería como el del resto de profesionales de este nivel asistencial de la mano de los médicos".

Hace escasos diez días, el propio consejero Enrique Ruiz Escudero defendía en un acto con militantes del Partido Popular "el modelo puro de enfermería". Sus declaraciones podrían explicar algunas decisiones que ha tomado el equipo de Ayuso, como la reorganización de las Urgencias extrahospitalarias que implementó el pasado octubre.

Bajo ese pretexto, ya se ha reducido el 18% de la plantilla de los antiguos SUAP y SAR, además de haber cerrado 29 de los 78 puntos de Urgencias que había antes de la reformulación. Y, de hecho, entre tres y cuatro de cada diez centros que abren semanalmente no cuentan actualmente con equipo completo (médico, enfermera, celador) para dar el servicio.

Un modelo heredero de las privatizaciones del PP

Paradójicamente, el modelo español tiene su origen en el servicio de salud de Reino Unido. De hecho, la Ley General de Salud Española del 1986 es muy similar al modelo británico de los años 40. En un principio, ambos se financiaban con impuestos y tenían una estructura de Atención Primaria similar.

Sin embargo, el modelo anglosajón ha sufrido drásticas modificaciones desde la ola privatizadora que proyectó el Gobierno de Margaret Thatcher en la década de los 80, culminando el modelo "puro de enfermería" que Ruiz Escudero pretende importar. Un sistema de organización que ha generado numerosas huelgas entre los sanitarios del país británico, así como numerosas plazas vacantes y listas de espera interminables.

Según calcula el Real Colegio de Medicina de Urgencias, una institución independiente que establece los estándares de atención de emergencia en el país, entre 300 y 500 personas pueden estar muriendo en Reino Unido cada semana a causa de los retrasos en la atención de Urgencias. Además, estiman que hay hasta 133.000 vacantes de personal en toda la arquitectura sanitaria.

Pacientes, asociaciones y sindicatos de médicos rechazan el giro que la Consejería trata de llevar a cabo en la Atención Primaria madrileña. En esta línea, sostienen que la propuesta responde a la "mala gestión", "incapacidad" y "falta de voluntad" del Gobierno regional por cuidar la sanidad pública.

"La situación ha llegado a ser límite en la cobertura de plazas de medicina de familia y pediatría", afirman desde AMYTS. El sindicato mayoritario de sanitarios critica que el gabinete de Ruiz Escudero no haya querido dotar a las plazas de facultativos de AP de un atractivo que "evite las fugas de médicos o atraiga a los residentes que terminan la especialidad".

En AMYTS alertan de que la Consejería "pone en peligro la salud de los ciudadanos" e "infravalora la profesión médica" al buscar sustituir las plazas vacantes por profesionales de enfermería. Teniendo un marco profesional valioso y muy desarrollado, "no pueden ni deben realizar funciones de un médico". El sindicato ha advertido en diferentes ocasiones de la intención oculta del Gobierno autonómico sobre ahondar en su lógica privatizadora.

Asimismo, la Plataforma SAR afirma que "con esta respuesta, la Administración se sale por la tangente, evitando contestar a los pacientes por qué les obliga a peregrinar de un centro a otro". La asociación recrimina que "en ningún momento se ha explicado con claridad a la población qué patologías son las que se pretende que se atienda en los centros solo de enfermería". Y añaden que, a su juicio, todo esto supone una "temeridad".