La Fiscalía General del Estado pide que se investiguen en profundidad los casos de abusos sexuales cometidos a lo largo de los años dentro de la Iglesia Católica. Así lo ha declarado este jueves en la presentación de su memoria anual, donde ha instado a los fiscales superiores a valorar "la extensión de la acusación a las posibles conductas encubridoras por parte de los representantes de las instituciones religiosas, que han podido llevarse a cabo previamente a la denuncia". 

En el análisis anual, el Ministerio Público ha incluido un apartado donde detalla cuáles han sido sus actuaciones para abordar estos escándalos (que empezó decididamente el año pasado) y, además, ha incluido una serie de indicaciones sobre cuáles deben ser los siguientes pasos a seguir dentro del ámbito jurídico. 

"La Fiscalía General del Estado ha asumido el compromiso institucional de ofrecer una respuesta a las víctimas de una realidad criminal de incuestionable gravedad (...) a través del seguimiento, estudio y coordinación de estos delitos, a la vista de su transcendencia social y del número de personas especialmente vulnerables afectadas por los mismos", ha expresado la institución en la memoria.

Lo que suele ocurrir en los procesos penales sobre abuso sexuales a menores contra miembros de la Iglesia es que el entorno suele ser proclive a encubrir lo ocurrido. Esta opacidad es constitutiva de delito, pero por lo general no se juzga a las figuras encubridoras y, así, cómplices en estos procesos.

De hecho, ningún obispo español ha pisado el banquillo como acusado de encubrir a un pederasta, solo en una ocasión lo hizo como testigo el arzobispo emérito de Granada, Francisco Javier Martínez, como adelantó El País.