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La falta de agua muta Doñana: lagunas resecas, anguilas en peligro, sapos desaparecidos y halcones en retroceso

"El impacto que está teniendo la disminución del agua y la actividad humana en la comarca [de Doñana] es profundo", resume Eloy Revilla en la presentación del informe sobre el estado de la biodiversidad de Doñana 2023.

La laguna de Santa Olalla, en agosto de 2023, seca por segundo año consecutivo.
La laguna de Santa Olalla, en agosto de 2023, seca por segundo año consecutivo. AFP PHOTO /ESTACIÓN BIOLÓGICA DE DOÑANA/CSIC

"El impacto que está teniendo la disminución del agua y la actividad humana en la comarca [de Doñana] es profundo", resumió la situación Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), que depende del CSIC, en la presentación de la memoria para el año 2023 sobre el estado de la biodiversidad de Doñana.

"Según el ambiente, los cambios son más o menos intensos, estamos observándolos en poblaciones y tipos de especies que son muy importantes. El significado de esos cambios solo podremos entenderlos a medio plazo", agregó, en rueda de prensa en Sevilla.

En efecto, según el trabajo, Doñana muta y las especies pierden ejemplares. Las lagunas están resecas, retrocede la flora, por ejemplo, la caropsis verticillato-inundata está en declive: solo se localizó el año pasado en siete de las 15 localidades donde habitualmente ha tenido presencia.

El matorral invade zonas antes húmedas: "Tenemos lagunas que hace diez años estaban en estado de agua óptimo y ahora colonizadas por matorral", asegura Rocío Fernández-Zamudio, una de las científicas que han coordinado el trabajo.

La fauna, lo mismo que la flora. La anguila está en peligro –no se ha encontrado ni siquiera en aquellos punto donde llegó a ser abundante–; el sapo comun (bufo spinosus) lleva dos años desaparecido y de siete parejas de halcones peregrinos se ha pasado a tres, según los datos aportados por Javier Bustamante, científico de la EBD-CSIC.

El ánsar común, especie emblemática porque fue la que se utilizó en su momento para concienciar sobre la importancia del hoy Parque Nacional, está en "mínimos históricos". Se han contabilizado 4.216 ejemplares de manera preliminar este mes de enero de 2024, cuando a lo largo de 2023 se habian contabilizado 9.588 ánsares.

Agua, temperatura y agricultura

Todo está ahora mismo en transición en Doñana por la falta de agua. "[El Parque Nacional] no ha recibido todo el agua que debiera", dijo Fernández-Zamudio. "La precipitación ha sido inferior al 20% en los años más secos y viene precedido por dos años muy secos", añadió. Y aunque el otoño ha sido algo más húmedo que el del año anterior, 2023 ha sido el año "con la mayor temperatura media anual registrada de la serie histórica: 19,32 grados".

A mediados de los años 90 ya se produjo una fuerte sequía en Andalucía que conllevó también una crisis en Doñana, pero, según Revilla, aquello nada tiene que ver con lo de hoy, lo de ahora es cualitativamente muy diferente.

"Va a haber cambios profundos en los ambientes naturales y en la disponibilidad de agua"

"La sequía de los años 90 seguía el patrón estándar del área mediterránea. Ahora estamos en una sequía muy prolongada que nos da a entender que estamos en un cambio de funcionamiento. Estos cambios son diferenciales y están de acuerdo desgraciadamente con las predicciones que se vienen haciendo de hacia dónde vamos en el cambio del clima. Va a haber cambios profundos en los ambientes naturales y también en la disponibilidad del agua que tenemos las personas", dijo Revilla.

El panorama se agrava porque el acuífero de Doñana está muy presionado por la agricultura y la sobreexplotación se da "de manera muy intensa", es decir, de ellos se extrae agua por encima de la capacidad de regeneración: se saca más agua de la que entra.

La crisis causada por el empeño del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, en ampliar las hectáreas regables en el entorno de la comarca se cerró finalmente con un acuerdo con el Gobierno central, que está por ver cómo se implementa.

Para Revilla, separar la influencia de la agricultura de la crisis climática no tiene sentido, porque está todo relacionado: "En sistemas naturales muy complejos, [ese fraccionamiento] es muy difícil. Hay covariación en los procesos, cuando hay más temperatura y menos agua, el impacto de una extracción es mayor".

¿Las consecuencias? Se están viendo ya. "El impacto va a ser en el propio sistema socioeconómico que se ha montado", afirma Revilla. ¿Las soluciones? "Pasan por adaptar la demanda de agua. Hay que hacer y mejorar las infraestructuras y reducir la demanda: eso es muy importante".

Lagunas resecas

El hecho es que las lagunas están resecas y esto "tiene influencia en todos los organismos", según Fernández-Zamudio. La laguna de Santa Olalla ha vuelto a secarse por completo a finales de agosto. El Sopetón se secó a primeros de julio y la laguna Dulce, a primeros de agosto. "La ausencia de agua es evidente y cada vez mayor", afirma la investigadora.

"Esto [provoca una disminución] en la densidad de individuos por hectárea. Decae el monte negro, el matorral que está en las zonas más húmedas del manto arenoso. Existe una elevada mortalidad de pinos y de alcornoques centenarios, que estamos evaluando hasta dónde llega", afirma.

"En la laguna de la Soriana, que es un ejemplo de lagunas temporales en el ámbito mediterráneo situada sobre arena, se observa una transición de pastizal, adaptado a un medio muy húmedo, que vira hacia la invasión de matorral y pastizal más seco, en los últimos diez años", afirma la científica.

Los efectos no solo los notan los grandes y emblemáticos animales, sino todas las especies. Hay menos mariposas. En 2023, los expertos del CSIC realizaron 202 visitas en 12 recorridos censando 1.297 individuos: ese número de mariposas por censo es "uno de los más bajos de la serie histórica" (que se cuenta desde 2008).

Casi todas las especies de anfibios muestran tendencias decrecientes desde 2019 "en consonancia con el periodo de sequía". En reptiles, lo mismo: disminuyen las huellas de tortuga y el lagarto ocelado no se detecta en los censos desde el año 2016.

¿Los carnívoros? "Un mal año para todos", según Bustamante. El zorro, el tejón, el meloncillo, la gineta, el lince, gatos monteses y nutrias. ¿El conejo, que es muy importante en Doñana porque de ellos depende en buena parte el sustento de los depredadores?: "En general, las poblaciones se encuentran en una población bastante baja". También hay, certifica la EBD-CSIC, menos milanos reales y aguiluchos laguneros.

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