El volcán Cumbre Vieja de La Palma está "bastante" explosivo, debido al repunte de la sismicidad y el aumento del ruido interno de los fluidos. Según declaraciones del portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) David Calvo, a EFE  "no tiene pinta" de que la erupción vaya a acabar a corto plazo.

Los principales motivos son el repunte sísmico que ha vivido la isla con 117 terremotos durante la pasada madrugada y la subida del tremor, que indica un aumento de presión en el sistema y se sitúa a niveles de finales de octubre. Ambas causas podrían ser indicios de una posible subida de la energía del volcán, pese al descenso de los últimos días, según el sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (ING) Itahiza Domínguez.

La mayor preocupación en estos momentos es la actividad sísmica en la zona profunda del volcán, que podría indicar una realimentación del sistema con magma que proviene de ese sector. Esto puede generar cambios en la superficie o afectar al cono, que podría variar el rumbo de las coladas. De todas formas, desde el ING confían que, aunque que se tratase de un "nuevo pulso", no se llegaría a los "niveles de otras fases".

La calidad del aire también ha empeorado con respecto a otros días. La emisión de cenizas ha crecido y en la jornada de ayer se superaron los umbrales de dióxido de azufre y partículas PM10 en la zona oeste de la isla, según el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).

La erupción del volcán, que ha liberado tanta energía como el consumo de toda Canarias en 36 años, ha cumplido 60 días. Los daños ocasionados, que ya son considerables, han aumentado debido a la llegada de las primeras lluvias por la formación de zonas con mucho barro.