La Plataforma en Defensa da Ría de Arousa, formada por asociaciones ecologistas y cofradías pescadores y mariscadoras, ha denunciado que el vaciado de embalses en los ríos Umia y Ulla está acabando con los bancos marisqueros de la ría, en la que ambos desembocan. En 2021, el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo acordó rebajar por ley un 92% las sanciones que la Xunta puede imponer a las eléctricas por vaciar las presas  sin control.

Según la plataforma, las empresas concesionarias de los embalses de Portodemouros y Caldas de Reis, gestionados por Naturgy y por Cortizo Hidroeléctricas, han aprovechado las intensas lluvias de los últimos días para elevar su producción de electricidad procediendo al desagüe masivo de las presas. Eso habría provocado el descenso del nivel de salinidad en  la ría y aluviones de lodo y sedimentos que asfixian los bancos de bivalvos, especialmente almejas, berberechos, ostras y navajas, pero también zamburiñas, volandeiras, vieiras e incluso los mejillones que se crían en batea.

"No es la primera vez que se produce esta situación, aunque esta vez ha sido mucho más intensa", asegura la plataforma, que recuerda que el organismo Augas de Galicia, dependiente de la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade de la Xunta, "es la institución pública encargada de velar por el buen funcionamiento de los embalses" .

"Tiene la responsabilidad de obligar a las empresas concesionarias a regular su vaciamiento mediante un protocolo preciso para que no coincida con las mareas bajas y las intensas lluvias y a dar publicidad de su actuación", añaden.

"El agua es un bien público y las concesionarias de las presas no deberían poder hacer lo que les dé la gana", asegura Xaquín Rubido, portavoz de la plataforma.

La Consellería de Infraestructuras, que dirige Ethel Vázquez, aclara que los embalses tienen la capacidad de "laminar las avenidas" y "reducir las puntas de caudal de agua y amortiguar las crecidas en los ríos". "Augas de Galicia establece unos resguardos en invierno para que los embalses sean capaces de retener las puntas de caudal y, posteriormente, liberar esos caudales de manera más gradual", afirma.

"El volumen de agua que finalmente acerca el río en la desembocadura es el mismo, pero con caudales punta inferiores durante más tiempo. Lógicamente, todas las precipitaciones que no se infiltren o consuman en la cuenca llegarían a la desembocadura", añade ese departamento, que apunta que los embalses de Portodemouros y Caldas de Reis "aliviaron en la jornada de ayer [por el martes] ante las intensas lluvias registradas, pero los caudales que se liberaron fueron inferiores a las aportaciones recibidas".

Los episodios de mortandad del marisco por la llegada masiva de agua dulce está documentada científicamente. En los últimos años se ha probado no sólo la relación entre ambos fenómenos sobre varias especies, sino también que la salinidad afecta al crecimiento de los ejemplares que sobreviven, a su resistencia a los patógenos y a los depredadores y a su habilidad para excavar, enterrarse en la arena y sobrevivir.

Nivel de salinidad en cero

El patrón mayor de la Confraría de Rianxo, Miguel Ángel Iglesias asegura que todavía no se puede cuantificar la producción marisquera que se ha perdido porque la previsión es que siga lloviendo en los próximos días. Pero asegura que será muy elevada porque ayer mismo el nivel de salinidad del agua de mar, de entre 34 y 35 gramos por litro en condiciones normales, en la madrugada del martes al miércoles llegó a cero en la zona de muestreo que tiene la Xunta en la desembocadura del Ulla.

"Estamos hartos de que las concesionarias hagan lo que les da la gana, están acabando con nosotros", advierte. Iglesias y Rubido recuerdan que Augas de Galicia debería tener "un protocolo de actuación que estableciese limitaciones, como obligar a que los vaciados se hagan cuando la pleamar empiece a bajar y que se realicen con mareas vivas, es decir con luna llena, además de limitar el volumen de agua que pueden desaguar".

La plataforma recuerda que en la actualidad existe la posibilidad de realizar previsiones meteorológicas muy precisas y que la apertura de los embalses no se puede atribuir "a la falta de conocimiento sino más bien al abandono por parte de la Administración de su deber de tutelar -regular, vigilar y sancionar- el impacto del exceso de agua dulce en los cultivos marisqueros".

Además, añaden que la ría de Arousa acumula doce años sucesivos de "recurrente bajada de la producción" y anuncian que reclamará a Augas de Galicia que sancione a las empresas concesionarias y establezca indemnizaciones para las cofradías afectadas. También exigirá a la Consellería do Mar que realice un estudio de la mortandad ocasionada y apoye a las mariscadoras en sus reclamaciones.