Es una de las preguntas más recurrentes en todo el país, sobre todo entre la clase trabajadora. Las dudas aumentan cuando se lanzan indagaciones, unas veces ciertas y otras muchas no, acerca de su retraso y de las complicaciones del sistema estatal de pensiones. Pero, ¿cuál es realmente la edad mínima de jubilación en España para tener acceso a una pensión pública? Tradicionalmente ha estado fijada en los 65 años, aunque siempre hubo excepciones en función del tiempo cotizado o del tipo de trabajo realizado. Esta es la cifra que todavía muchas personas manejan. Sin embargo, no es la correcta. Con la reforma legislativa aprobada en 2011 por el Gobierno de Zapatero se ha aplicado un atraso progresivo de la edad de jubilación, que todavía sigue vigente, con el objetivo de garantizar la financiación a largo plazo de los planes de pensiones.

Esta medida se ha comenzado a aplicar en 2013, cuando la edad mínima de jubilación sí que estaba anclada en los 65 años. De seguir el camino previsto, para 2027 la edad ordinaria de jubilación será de 67 años, cifra límite que contempla la normativa. También podrán acceder a la jubilación aquellos que tengan menos de 67 años, pero acumulen un mínimo de 38 años y seis meses cotizados. Esto implica un progresivo retraso de dos meses cada año, entre 2018 y 2027, con el fin de solventar los problemas de liquidez que ya se preveían con los fondos para las pensiones. De este modo, las personas que accedan a la jubilación durante 2023, para tener derecho al 100% de la pensión, han de tener 66 años y 4 meses o más de 37 años y 9 meses cotizados.

No obstante, se contemplan otras posibilidades de jubilación anticipada. Los trabajadores, por norma general, podrán solicitar de forma voluntaria su jubilación siempre que cumplan con una serie de requisitos. Entre ellos, acreditar un mínimo de 35 años cotizados, de los cuales dos deberán estar dentro de los últimos quince inmediatamente anteriores a la formalización de la petición. También será indispensable que tengan una edad dos años inferior a la mínima exigida. Es decir, para 2023, cuando la edad mínima requerida será de 66 años y 4 meses, podrán jubilarse a los 64 años aquellos que no hayan cotizado los 37 años y 9 meses, y a los 63 los que sí lo hayan cumplido.

Existen otras singularidades para poder dejar de trabajar antes de lo fijado, como la jubilación parcial, la jubilación especial a los 64 años para las personas que resulten de aplicación previa a la entrada en vigor de la ley (1 de enero de 2013) o la jubilación de trabajadores afectados por una enfermedad o por una discapacidad igual o superior al 45% o al 65%. Además, el personal del Estatuto Minero, el personal de vuelo de trabajos aéreos y ferroviarios, los bomberos y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, entre otros colectivos, gozan de particularidades en sus convenios.

Escrivá defiende las jubilaciones parciales

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido este lunes en un acto sobre el futuro de las pensiones la apuesta por las jubilaciones parciales. Escrivá cree que "tiene sentido" este planteamiento, para que la gente que se jubila no pase directamente de trabajar ocho horas a no hacerlo ninguna. El socialista considera acertado ir disminuyendo gradualmente el número de horas, al igual que hacen otros países de nuestro entorno con sus trabajadores de mayor edad. Ha fijado 2024 como el año clave para "darle una vuelta" a las modalidades de jubilación y potenciar alternativas como esta.

El PP, a favor de "jubilarse a los 70"

En los últimos días, la secretaria general del PP y portavoz del grupo en el Congreso, Cuca Gamarra, decía que "no pasaría nada por jubilarse a los 70". José Luis Escrivá ha descartado esta posibilidad, asegurando que en España no se necesita subir la edad de jubilación más allá de los 67 años fijados para 2027 porque es una cifra "más que suficiente" para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones. De hecho, el Gobierno planea "por primera vez en trece años" inyectar 50.000 millones en la hucha de las pensiones de aquí a 2033.

El ministro ha recordado que la reforma socialista de 2011, que estableció la subida gradual de la edad mínima de jubilación, no contó con el apoyo del PP. Tampoco lo hizo la reforma pactada por el Gobierno de coalición y los agentes sociales para incentivar el retraso voluntario de las jubilaciones. Por eso resulta chocante que los de Feijóo, anteriormente críticos con las medidas de este tipo, se muestren ahora partidarios de trabajar más años y aumentar la edad de jubilación.