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Denuncian los primeros efectos del "expolio" vecinal provocado por la Copa América de Vela en Barcelona

La recién creada plataforma en contra del macroevento pone sobre la mesa un "alud" de demanda para comprar pisos en la Barceloneta, la apertura de negocios de lujo y la ocupación de espacios públicos un año antes de su celebración.

Roda de premsa de presentació de la plataforma No a la Copa Amèrica.
Rueda de prensa de presentación de la plataforma No a la Copa Amèrica. Aina Martí / ACN

Falta un año, pero ya se notan los efectos de la Copa América de Vela en Barcelona, el tercer mayor evento deportivo del mundo. Así lo ha denunciado la recién creada plataforma No a la Copa América, conformada por el vecindario de distintos barrios afectados y movimientos sociales. Un "alud" de demanda para comprar pisos en la Barceloneta, la apertura de negocios de lujo, la ocupación de espacios y equipamientos públicos y un encarecimiento generalizado son algunos ejemplos.

El escenario escogido para la presentación de la plataforma este martes era simbólico: en el Passeig de Borbó, con el antiguo IMAX y el Port Vell detrás, con lonas de algunos de los equipos que participarán en el evento detrás y mega-yates. "Es la síntesis y muestra gráfica del expolio a las vecinas", ha dicho Esther Jorquera, una de las portavoces.

El Ayuntamiento y la Generalitat aportarán un mínimo de 55 millones de euros

La Copa América de Vela se celebrará entre el 22 de agosto y el 27 de octubre de 2024 en la ciudad y el Ayuntamiento y la Generalitat aportarán un mínimo de 55 millones de euros. La Diputación, el Puerto de Barcelona y el Gobierno también participan de la organización del tercer evento deportivo más grande del mundo, sólo después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol.

La plataforma ha recordado que València rechazó ser la anfitriona del evento tras el agujero económico que dejó la edición de 2010 y que todavía se arrastra.

"Se trata de otro megaproyecto especulativo con beneficios que se quedan los macroinversores en lugar de los vecinos", ha afirmado Adriana Offredi, otra de las portavoces de la plataforma.

Las instituciones defienden que llevará 1.000 millones de euros a la ciudad, pero los informes de impacto económico que avalan los grandes eventos generan escepticismo entre los expertos.

2.500 personas de la organización, ya en la ciudad

Un año antes del inicio de la contienda, ya se cifra en 2.500 las personas establecidas en Barcelona para llevar a cabo tareas relacionadas, y los vecinos denuncian una gran demanda para comprar pisos y la apertura de negocios alejados de las necesidades del barrio, como el alquiler de coches de lujo. El uso de equipamientos municipales para el entrenamiento de los equipos también es una de sus consecuencias.

"Una vez más el vecindario ve recortado su espacio", ha denunciado Jorquera. Ciutat Vella y Sant Martí serán los distritos que más notarán el impacto de este macroevento, mientras que la Barceloneta, zona cero de las regatas, ya es uno de los barrios que sufre de forma más acentuada la masificación turística.

Denuncian opacidad y falta de transparencia de las instituciones

La "llegada exponencial" de turistas atraídos por la Copa, con las consecuencias que esto tiene sobre la emergencia habitacional, la crisis climática y la sequía en la ciudad, es una de las principales preocupaciones, junto con la "opacidad" y falta de transparencia de los datos relacionados con el evento.

Cuentan con el apoyo de 65 organizaciones

"Barcelona no necesita más proyección, ya está proyectada y eventos así sólo generan más miseria", sostuvo Jorquera. La plataforma nace con el apoyo de 65 organizaciones, entre ellas asociaciones de vecinos de Barcelona y colectivos del movimiento feminista, ecologista y por la vivienda, así como plataformas en contra de otros macroeventos y macroproyectos de toda Catalunya.

Algunas de las reclamaciones que ponen sobre la mesa son que se establezcan mecanismos para compensar el impacto en el vecindario, que se regule de forma efectiva el mercado de la vivienda, que se limite el espacio de las terrazas o que se aumente la frecuencia del transporte público, entre otros.

De cara a la primavera convocarán movilizaciones para mostrar la oposición al proyecto, aunque reconocen que para esta edición ya está todo ligado y hay poco margen para el diálogo con las instituciones, que la han sacado adelante sin debate público. "Queremos impedir una nueva edición de la Copa América, en Barcelona y en cualquier otra ciudad", han concluido.

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