La ONG Equalia ha denunciado por un delito de maltrato animal y otro contra la salud pública a dos marcrogranjas que suministran pollo a una empresa que provee de carne a los supermercados Lidl. Dicha compañía intermediaria también ha sido denunciada. En concreto, la organización sin ánimo de lucro ha publicado este martes una investigación llevada a cabo en dos explotaciones avícolas.

Equalia ha accedido a dos macrogranjas ubicadas en las localidades de Villamanrique de la Condesa (Sevilla) y en Roquetas (Tarragona). En ellas, la ONG ha grabado cómo se llevan a cabo malas prácticas en el manejo de los animales. Las imágenes han sido recogidas entre los años 2021 y 2022. 

Los vídeos demuestran cómo en la explotación avícola sevillana los operarios realizan la descarga de pollitos arrojándolos al suelo bruscamente. "Esto puede provocarles la rotura del pico, extremidades, esternón, huesos o incluso la muerte", destaca Equalia en un comunicado. De hecho, en el vídeo se puede ver a una cría aún viva y con vísceras fuera de su cuerpo.

No es todo. En las imágenes también se puede ver cómo los trabajadores propinan patadas a los pollos y les golpean contra un cubo repetidamente con intención de causarles la muerte, aunque algunas aves están conscientes. Estos acontecimientos suponen no sólo un grave peligro para la vida de los animales sino también un incumplimiento de las disposiciones legales para el manejo de las aves. 

Además, la ONG hace hincapié en que la gestión de las aves muertas en estas instalaciones supone un potencial riesgo para la salud pública. De hecho, en la explotación sevillana, un trabajador alimenta a un perro con algunos cadáveres. Asimismo, en la granja catalana se observa un contenedor roto con pollos en
descomposición y larvas expuestos al aire. Las denuncias presentadas por la entidad incluyen informes veterinarios que evidencian cómo estas circunstancias empeoran la calidad de vida de las aves.

Fuentes de Lidl aseguran a Público que se han puesto en contacto con sus proveedores para averiguar si las corresponden a una de sus fábricas o granjas. "En caso de que así se demuestre, Lidl exigirá a su proveedor que deje de trabajar automáticamente con dicha granja, tal y como se especifica en su política de compras responsable, de obligado cumplimiento para todos sus proveedores", añaden las citadas fuentes. La cadena de supermercados condena "rotundamente los abusos y el maltrato animal" y  subraya su "completo rechazo ante cualquier tipo de práctica que vulnere los derechos de los animales".

La escasa transparencia en las explotaciones avícolas

La macrogranja de Villamanrique de la Condesa cuenta con casi 100.000 animales por ciclo repartidos en tres naves, mientras que la situada en el municipio tarraconense de Roquetas está compuesta por dos naves. Ambas están certificadas con el sello Welfair, un sello independiente que busca garantizar el bienestar de los animales destinados a consumo.

Por este motivo, la ONG recuerda que "es esencial favorecer la transparencia más allá de los certificados ya existentes para asegurar que se comparte la información adecuada con los actores sociales en las prácticas de bienestar animal". Además, en la misma línea que las mayores organizaciones de protección animal a nivel mundial, insiste en la necesidad de implementar nuevas medidas para el sector avícola.

Entre ellas se encuentra el Compromiso Europeo del Pollo (ECC por sus siglas en inglés), un acuerdo al que se han adherido más de 300 empresas en Europa.