Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo, recibe todos los años cientos de quejas, sobre todo en verano, por el ruido y las molestias que generan las actividades al aire libre: festivales de música, espectáculos diversos o las fiestas patronales que se celebran, junto a núcleos urbanos, en pueblos, barrios y ciudades.

Ante este aluvión de quejas, el Defensor del Pueblo ha recordado este miércoles a través de un comunicado los ayuntamientos que entre sus competencias está el preservar, vigilar y reducir el ruido cuando se desarrollen estas  actividades al aire libre. 

Gabilondo plantea como solución que se regule y se realice una "supervisión efectiva" para que se cumplan las condiciones necesarias, de modo que los festivales se puedan realizar sin que los centros urbanos se conviertan en "lugares inhabitables".

El Defensor del Pueblo ha señalado que "no se trata de imposibilitar el desarrollo de actividades ligadas a eventos lúdicos o culturales", sino de que sean compatibles con el desarrollo de una vida normal en áreas cercanas a los lugares donde se organicen acontecimientos de este tipo.

El caos de Mad Cool

La reclamación del Defensor del Pueblo coincide con la protesta realizada el pasado lunes por el Ayuntamiento de Getafe, que denunció que el festival Mad Cool había superado los límites de ruido "todos los días" y que los organizadores del evento y el Ayuntamiento de Madrid eran responsables de haber "incumplido su promesa de no generar molestia a los vecinos de Getafe".

Precisamente la institución que dirige Gabilondo ha planteado, entre otras medidas, que las corporaciones locales exijan a los organizadores el uso de limitadores de sonido en altavoces y que establezcan horarios razonables para espectáculos en la calle con música amplificada. Además, ha pedido a los ayuntamientos que realicen mediciones acústicas y que imponga sanciones si se supera el límite de ruido permitido.

También ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que sean ellos mismos los que exijan al ayuntamiento que tome medidas cuando sientan que la actividad les molesta, y que en caso de que las administraciones "no estén protegiendo adecuadamente sus derechos", concluye el comunicado, se quejen al Defensor del Pueblo.